Belo Horizonte, Brasil (AP). Brasil llegó a esta Copa Confederaciones sin saber si sus seguidores aclamarían o abuchearían a la selección cuando saltara a la cancha.
Tras varias muestras de rechazo en los partidos de local, a raíz de una racha de malos resultados, los jugadores estaban recelosos de la reacción que encontrarían en el graderío durante el torneo. Pero resultó que Brasil ha recibido el apoyo que necesitaba, y los integrantes de la “ canarinha ” consideran que ello ha sido crucial para que el equipo llegue a la final del domingo en el Maracaná.
Pero el técnico Luiz Felipe Scolari considera que hay algunas desventajas por jugar en casa. Opina que algunas distracciones pueden interferir en la preparación del equipo.
“Esto es un infierno”, dijo Scolari. “En el Mundial de 2002 (en Corea del Sur y Japón) fue más fácil, porque se jugó fuera de Brasil. El mayor problema para la selección es que el Mundial se realiza en Brasil”.
Scolari se cuidó de elogiar y agradecer el apoyo dado por los hinchas durante la Confederaciones, al señalar que ello ha ejercido presión sobre los rivales de Brasil y ha desempeñado un papel importante en el éxito del equipo. Sin embargo, considera difícil que el plantel conserve la concentración en el torneo cuando hay tantas cosas que ocurren alrededor del equipo.
“Es maravilloso jugar con el apoyo de los aficionados, pero cuando sales del hotel tienes que toparte con 1.000 personas que quieren hablar contigo” , dijo. “Todos quieren siempre algo de nosotros: los aficionados quieren ver el entrenamiento, los periodistas quieren entrevistas, pero no podemos complacer a todos”.
Felipao ha sido criticado por impedir el ingreso de los aficionados a las prácticas de Brasil y por no permitir que los aficionados tengan más contacto con los futbolistas.
“Necesitamos algo de privacidad”, afirmó. “De lo contrario comenzaríamos a perder el Mundial antes de que comience siquiera”.
Scolari aseguró que, en ocasiones, no es su culpa que los hinchas no puedan tener más contacto con el equipo. Recordó que Brasil debe acatar la regulación de la FIFA sobre las sesiones de entrenamiento y el acceso de los espectadores.