Rusia llega al Mundial con un equipo en construcción

Los rusos son dirigidos por el italiano Fabio Capello, quien con rigor se deshizo de varias vacas sagradas

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Rusia regresa a un mundial después de 12 años de ausencia.

Los del Este sellaron su boleto a la Copa del Mundo gracias a una eliminatoria que superó las expectativas de propios y ajenos.

Los europeos orientales se clasificaron de primeros, relegando a Portugal con su Cristiano Ronaldo a la segunda casilla.

Algo que pocos esperaban ya que Rusia carece de figuras de renombre como otras selecciones clasificadas, pero tiene un técnico que pone el orden colectivo por encima de cualquier figura.

El estratega italiano, Fabio Capello, instauró la escuela defensiva del catenaccio en los rusos, quienes ciertamente se pudieron acoplar.

Además, el estratega dio un golpe de autoridad y dejó de convocar a “vacas sagradas” de la selección rusa, como Andrea Arshavin y Pavel Pogrebnyak, quienes no jugaron ni un solo minuto en el proceso de clasificación.

Los rusos solamente recibieron cinco tantos y concretaron una positiva cuota de 20 en el proceso eliminatorio, en el que enfrentaron a selecciones como Portugal, Israel, Azerbaiyán e Irlanda del Norte.

La carga de los rojos. Quizá poco se sabe de las figuras de la selección de Rusia, ya que no tienen un jugador que destelle en las ligas extranjeras; sin embargo, cuentan con un grupo de jóvenes disciplinados y con un físico imponente.

Todos los seleccionados juegan en la competitiva liga local y de ese factor nace una química exitosa.

En la punta está el delantero Alexander Kerzakohv, quien es el encargado de dar la última estocada en un contragolpe. El veterano delantero hizo cinco tantos en el premundial.

Una de las promesas del fútbol ruso y mundial es el delantero Aleksander Kokorin, quien se desempeña en el Dinamo de Moscú.

Con sus 23 años marcó cuatro tantos en el proceso eliminatorio.

Los rusos están en el grupo H con Bélgica, Corea del Sur y Argelia. En el papel los dos europeos son los favoritos para pasar a la siguiente ronda del certamen.

Un buen desempeño puede ser determinante para los rusos, hay que recordar que ellos serán los anfitriones para el próximo Mundial que se celebrará en el 2018.

Rusia cuenta con jugadores jóvenes con la guía de unos pocos experimentados, sus principales armas son una sólida defensa y un contragolpe veloz y letal... es un equipo en construcción.

Bajo el mando de Capello, los rusos tendrán su verdadero desafío en los próximos cuatro años.