Glasgow, Escocia. EFE La República Checa cumplió ayer su objetivo de no perder con Escocia en el grupo I de clasificación para la Eurocopa 2012 y logró un sufrido pero valioso empate 2-2 en la recta final que casi la confirma para el repechaje.
Con este resultado, España se clasificaría directamente para la Eurocopa 2012 de Ucrania y Polonia, el próximo martes, si gana a Liechtenstein en Logroño.
“El mismo tipo de partido que hace un año y medio. No materializamos las ocasiones y el contrincante nos castigó. Estoy contento que los cambios han salido bien. Contento con el desenlace, después de lo que hemos visto en el campo” , dijo tras el choque el técnico checo, Michal Bilek (se midió a Costa Rica en Italia 1990 y sólo dirigió a Cartaginés en diez partidos en el 2001).
Por parte, en el equipo local destacó el reaparecido volante Darren Fletcher, del Manchester United, quien estuvo apartado de los terrenos de juego cinco meses por una afección estomacal, y ahora fue el indiscutible motor de su equipo.
Los centroeuropeos lograron igualar el partido a dos en el último minuto, tras marcar de penal, aunque esta pena máxima pitada por el colegiado holandés Kevin Blom fue bastante discutida.
Y es que los escoceses se habían puesto de nuevo por delante a ocho minutos de final.
Los más destacado de la primera parte fue el gol de Kenny Miller, a pase de Fletcher, y que puso arriba en el marcador a los locales.
Solo tres saques de esquina en la primera parte hablan de la falta de ocasiones en ambas áreas, donde los porteros fueron espectadores.
Los checos intentaron dar la vuelta al marcador en la segunda parte, pero no pusieron de relieve su teórica mejor calidad.
Su presión se hizo agobiante a medida que avanzaban los minutos, y los locales solo esperaban a zanjar este compromiso con algún contraataque que tuvieran.
Hasta que apareció Jaroslav Plasil, quien en el minuto 77 empató tras un pase de Jan Rezek.
El talismán de los escoceses, Fletcher, remató poco después a placer tras una incursión de Miller, en una pérdida de balón del defensa Rajnoch en la línea medular.
Hasta que llegó la pena máxima inexistente tras una incursión de Jan Rezek, el ariete del Viktoria Plzen. Michal Kadlec marcó de penal en el último suspiro del juego.