Cuenca (Ecuador). El técnico de la selección de Portugal, Rui Caçador, afirmó ayer a La Nación en Cuenca que su equipo -uno de los tres rivales de Costa Rica- no aspira a ganar este Mundial Infantil pues tiene algunos problemas.
"A pesar de que hemos realizado un intenso trabajo, es muy difícil que logremos el título porque, para empezar, hay tres jugadores con amigdalitis y, además, no hemos tenido la preparación suficiente".
Con una sorprendente apertura a la prensa, Caçador, quien se hospeda en el mismo hotel que Costa Rica, explicó que llegaron desde el lunes 24 de julio aquí con el fin de contrarrestar el efecto de la altura en los deportistas.
"Este ha sido un grupo (de jugadores) difícil porque sus edades rondan los 16 años y eso hace que a uno se le compliquen un poco las cosas", señaló.
Caçador, quien trabaja con selecciones nacionales portuguesas desde 1992, añadió que uno de los problemas de los jugadores que dirige es la estatura pues son un poco bajos, amén de que en su país se le da poco estímulo a los futbolistas de edades junior. "No es hasta después de los 20 años que a los futbolistas de Portugal se les da importancia."
Según el seleccionador portugués, tienen un sistema de juego muy ofensivo. "Nosotros practicamos un futbol moderno, con muy buena definición y toque de balón."
Antes de llegar a Cuenca, los lusitanos realizaron un trabajo de montaña en su país, en la localidad de Sierra Estrela, a 2.000 metros sobre el nivel del mar.
Mientras tanto, el técnico de Guinea, el holandés Pieter D'Visser dijo que su cuadro se caracteriza por un futbol rápido y añadió: "Mi equipo es puro corazón."
Cuestionado sobre los efectos de la altura en sus jugadores, afirmó: "Sí podría afectarnos, pero para eso vinimos con anticipación. El objetivo es adaptarnos en estos días." Guinea arribó a Cuenca el domingo, al igual que Costa Rica.
Sobre los rivales de su grupo, especifió que serán muy duros, en especial Argentina. "Hay que ver qué sucede pues el primer juego (ante Costa Rica) será muy importante."