Para el gran duelo final se necesitan dos Jabulanis

3 España y Holanda tienen alta posesión de la pelota, aunque ibéricos siempre atacan desde el inicio

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Johannesburgo. Para la final mundialista del próximo domingo quizás sea necesario utilizar dos balones Jabulani: tanto España como Holanda se caracterizan por su alta posesión de pelota.

Combinados todos sus 12 compromisos anteriores, solo una vez bajaron del 50% en manejo del balón (los tulipanes ante Camerún en primera fase, con 49%). En los otros 11 partidos siempre administraron el cuero en los pies durante la mayor parte del tiempo.

Ambos finalistas tienen un estilo similar, que envuelve al oponente en una telaraña de pases en corto, diagonales, servicios al vacío. Todo está orientado siempre al arco rival, no es un futbol horizontal para dejar que corra el reloj.

Los otros dos semifinalistas, Alemania y Uruguay, utilizaron el camino contrario para avanzar en el torneo: le permitieron al oponente de turno armarse y lo fulminaron mediante contragolpes.

España paseó la Jabulani el 60% del tiempo en sus primeros cinco partidos. Para la semifinal bajó al 51%, debido a que los teutones se le fueron encima con desesperación tras el gol de Carles Puyol.

Fue la única vez en toda la Copa que los ibéricos se arrinconaron. Pero ocurrió durante un breve lapso, y hasta mantuvieron abierta la persiana del contragolpe, que casi les depara otra anotación.

A los holandeses también les gusta darle tratamiento privilegiado al balón. “No podemos concebir el futbol si no es atacando”, decía Rinus Michels, gestor de la Naranja Mecánica en los años 70.

Incluso, le dieron concesiones a Brasil en el partido de cuartos de final: medio tiempo para que hicieran lo que quisieran. Después Sneijder y sus compañeros secuestraron la pelota y le dieron vuelta al marcador y a todo lo demás: terminaron con 51% de posesión.

Cautela. A lo mejor en el partido ante los brasileños esté la clave de lo que podría pasar en los primeros minutos del juego del domingo.

Holanda puede replegarse, ver qué pone España sobre el tablero y habilitar a Robben, Sneijder y Kuyt en misiones de reconocimiento.

En cambio, parece difícil que los españoles adopten una postura conservadora desde el comienzo. Ahí su credo es inflexible: ni una sola vez entregaron la iniciativa luego del primer pitazo del árbitro; ni cuando perdieron ante Suiza ni ante la máquina alemana.

El asunto es que, cuando Holanda recupere el balón, no será un Paraguay o un Honduras, para citar dos equipos que retaron muy poco a los zagueros de la Furia.

Los tulipanes pueden abrir con Robben por un costado, Kuyt por el otro o buscar a Van Persie muy cerca del guardameta. Y si hay un tiro libre o un saque de esquina el peligro aumenta al doble.

Por el momento, España parte arriba en las apuestas. La casa bwin.com pagaba hasta ayer a 2x1 el triunfo ibérico, y a 3,65x1 la victoria naranja. Esto significa que recibirán más dinero quienes vayan con la Oranje y acierten, una señal de que se considera más probable la coronación de la Furia.

El sitio betfair.com presenta números similares: 1,6 por cada dólar apostado al equipo de Vicente del Bosque, y 2,7 a quienes vaticinan el éxito de Bert van Marwijk.

Es el mismo criterio del técnico Bora Milutinovic, entrevistado por fifa.com. “Los holandeses son muy veloces de mitad de cancha hacia adelante, pero veo mejor a España”, aseguró el serbio.

Holanda, en todo caso, es uno de esos equipos que no entiende de pronósticos. Lo suyo es mecer la pelota, un hobby que comparte con su rival del próximo domingo.