Opinión: Cinco reflexiones de los octavos de final para nuestra vida diaria

Hay cinco hechos que nos pueden poner a pensar un poco más que en fútbol

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La vida podría verse como la etapa final de la Copa del Mundo Rusia 2018. Está llena de sorpresas, algunas lágrimas de alegría, otras de tristezas, lesiones y lecciones.

Iniciemos con el sorprendente pase de Rusia a cuartos de final porque es esa sensación de prepararse para la prueba más difícil y superarla. El alargar la agonía hasta la tanda de los penales y levantar los brazos en señal de victoria. Cuántas veces no hemos enfrentado un reto del tamaño de esta selección española y lo hemos vencido, aunque nos llevara al límite.

O la imagen de Cristiano Ronaldo ayudando a salir del campo al lesionado Edinson Cavani. El uruguayo había marcado doblete, lo estaba dejando fuera del Mundial, pero vamos... es mejor tender una mano cuando estamos cayendo. Tiene más valor.

La lección de trabajo serio y profesional del entrenador Óscar Washington Tabárez. No por nada le dicen Maestro. Bien podría ser el jefe de la delegación charrúa y solo girar órdenes, pero Tabárez sabe que un verdadero líder se debe arrugar las mangas, ser ejemplo y estar de primero en la fila: no para criticar si no para colaborarle a sus dirigidos, para ser guía.

Otro detalle a destacar es el gesto de Japón tras ser eliminado ante Bélgica en el epílogo del juego. Los japoneses limpiaron todo su camerino y dejaron un cartel con una nota en ruso dando las gracias. ¡Cuánto que aprender! Los pequeños detalles hacen la diferencia y este es uno de ellos.

Durante un Mundial, los seleccionados son embajadores de un país. Los japoneses dieron una muestra de su cultura.

Por último, cuántas veces no hemos querido pegarnos una corrida como la de Kylian Mbappé ante Argentina, pero también el que mucho corre, pronto para. En este caso, el veloz jugador se estrelló con Marcos Rojo.

Definitivamente a nadie le gusta perder, pero en esta etapa el que cae se va a casa. Está bien, no siempre avanza el mejor, pero es fútbol, de eso se trata. Qué aburrido si siempre ganaran los mismos.

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