Brasil fue un equipo que tuvo el balón, dominó el partido, no jugó mal y lució mejor que ante Colombia, pero le faltó mucha profundidad y peso en ofensiva.
El primer gol se lo encuentra por una bola muerta que pesca Thiago Silva. La segunda anotación sí fue más elaborada, sin embargo, no es el Brasil ofensivo que juega bien, que hace bastantes goles y que domina por completo a su rival.
Este equipo de Dunga está completamente nulo de un jugador número 9 goleador; ha probado a muchos, pero no logra encontrar ese tipo de delantero como Ronaldo o Romario.
Otro punto es que no se puede depender solo de Neymar, porque es evidente que el equipo toca bien la pelota, pero cuando llega al área le faltan muchas ideas. Tiene muy pocas oportunidades.
Ante Paraguay tendrá que mantener el mismo orden y ser muy efectivo. Estos partidos se ganan con detalles y concretando la opción que quede.