Neymar y Arequipa, dos joyas

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Arequipa, Perú . Una joya colonial ilumina el sur peruano: la serrana Arequipa, cuna de Mario Vargas Llosa, pago del Misti, volcán que de tan bello uno termina queriendo y no temiendo. Con su mantón blanco en la cima y sus habituales fumarolas, es un símbolo ineludible de la ciudad, la segunda en importancia del Perú. Si le quitáramos los autos, los carteles luminosos, podría decirse que Arequipa está anclada en el año 1700, que aún integra el esplendoroso Virreinato del Perú, del que España se amamantó durante algunos siglos. También el mapa humano refleja el inmutable origen quechua y aymara. Su Plaza de Armas –Patrimonio de la Humanidad– es una maravilla que uno no deja de mirar y admirar. Y la Catedral de Arequipa se inscribe por imponencia, belleza y grandiosidad como uno de los templos más soberbios del catolicismo.

Es delicioso caminar sus callecitas de adoquines seculares. El modernismo, como ya sabemos, se empeña en estropear lo que más pueda. Sin embargo, Arequipa pareciera mantenerse firme en impedirlo. Conserva orgullosa sus fachadas, su pasado.

Por estos días está transitando esta urbe virreinal un forastero de fama, camino a celebridad: es Neymar. A los 19 años (los cumplirá el sábado) es la luminaria excluyente del Sudamericano Sub-20, horno donde se han fraguado talentos como Romario, Ronaldinho, Maradona, Messi, Higuita, Francescoli y decenas más que luego deslumbraron en Europa. Por ello, en cada edición pulula por aquí una nube de observadores europeos, representantes y emisarios de todo tipo, padres que vienen a cuidar su patrimonio (cada uno sabe que tiene una gallina de los huevos de oro). Vienen a buscar la mercadería que servirá para ganar títulos y dinero en un futuro cercano. Hay partidos del torneo, y no es metáfora, donde se ven más contratistas que público en las tribunas.

Con siete goles en cinco partidos y unos malabares impresionantes, Neymar es la referencia inevitable del Sudamericano. ¿Qué si es el heredero de Pelé, Zico, Ronaldo, Ronaldinho'? Es un crack , sin la menor duda. Hace goles de tiro libre, de emboquillada, eludiendo al arquero, yendo a buscar un centro, anticipando al zaguero e inflando la red. ¿De qué juega? Adelante, como se decía antiguamente. Y es la más cabal expresión, porque no es puntero ni centro delantero. Se mueve libre por todo el frente. Arranca como mediapunta y llega con enorme facilidad a zona de definición. Es un fantasista y a la vez un finalizador.

¿Si será un número uno? Futbolísticamente le sobra para serlo. Depende de su cabecita. Si adentro tiene los tornillos bien puestos, lo será. Dios sabe. También nos atrevimos, en su momento, a pronosticar a Robinho como un superdotado que alcanzaría el trono. Pero llegó a los 27 y no lo logró. No le dio la cabeza. Para ello hacen falta determinación, equilibrio, responsabilidad, inteligencia. Y alma de número uno. La que tuvieron, hasta ahora, Di Stéfano, Pelé, Maradona, Messi, la que también tiene Cristiano Ronaldo'

Cuando se diga Arequipa 2011 se dirá Neymar. Pero está Lucas también, un “10” hábil, velocísimo y asimismo con gol. Buena camada brasileña. No tiene cómo escapársele el título. No hay manera.

Argentina, seis veces campeón mundial juvenil, está lejos de los tiempos de Pekerman y Tocalli. Ha traído un equipo que, con generosidad, se puede llamar discreto. Está Uruguay, siempre ríspido y combativo. Y el cada vez más ascendente Ecuador, que derrotó con merecimiento a Argentina. No aparecen grandes futbolistas ecuatorianos, la explicación más sencilla del crecimiento de su futbol es la mentalidad: no le teme a ninguno, busca ganarles a todos.

Lo notable, de todos modos, es el juego articulado, veloz, táctico de estas selecciones que ya dejaron casi de ser juveniles. Son equipos integrados por todos jugadores profesionales, algunos con más de uno o dos años en Primera División. Otros ya actuando en Europa. Hace dos o tres décadas uno tiraba a la cancha a estos chiquilines y era como patear un hormiguero, salían corriendo en diferentes direcciones, con entusiasmo y frescura, sin ataduras a esquemas. Hoy son formaciones maduras y experimentadas. Marcan, presionan, calculan. Claro, aquellas eran Sub-19 y tenían que estar debajo de esa edad. Hoy pueden intervenir con 20 años cumplidos. De modo que hay dos de diferencia.

Brasil, Uruguay, Ecuador, Argentina, Chile y Colombia definirán el título y los cuatro cupos al Mundial de agosto. Los dos primeros, además, se clasificarán a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Colombia tiene su boleto asegurado al Mundial como país anfitrión. De modo que Sudamérica, como gran dominador de la categoría, contará con cinco representantes.

Argentina ha ganado las dos últimas medallas de oro olímpicas, en Sydney 2004 y Pekín 2008. Difícilmente logre el pasaje para ir a defenderlas. Aunque faltan cuatro fechas. Se verá.