El brasileño Neymar salió ayer del banquillo para levantar al FC Barcelona en un incómodo juego de ida frente al Atlético de Madrid, por la Supercopa de España.
Un cabezazo de su fichaje estrella del verano le dio a los azulgranas la igualdad (1-1), ante un conjunto madrileño que los borró por completo del terreno durante toda la primera parte.
El empate de ayer dejó todo para el juego de vuelta, el próximo miércoles en el Camp Nou, donde el Barça es, en teoría, favorito; sin embargo, los dirigidos por el Tata Martino no mostraron ayer la contundencia del duelo ante el Levante (6-1), y el Atlético demostró que es capaz de discutir el trofeo al equipo catalán.
Por más de una hora, el Atleti logró contener a un campeón español, hasta que el ingreso de Neymar emparejó las acciones.
El técnico Diego Simeone plantó un equipo agresivo que no dio un milímetro de margen a la imaginación de sus rivales cerca del área.
La propuesta incluyó un contragolpe trepidante que llevó al Atlético a la apertura del marcador, en piernas del hasta hace poco delantero culé David Villa.
Apenas al minuto 12, el asturiano culminó una pared con el turco Arda Turan, con un remate de volea imposible para el guardameta Víctor Valdés. Un golazo que Villa celebró como tal, aunque fuera contra su exequipo.
El Atlético no necesitó ni siquiera quitarle la posesión al Barça , que se marchó al descanso con la sensación de atasco en ataque, con solo tres remates desviados a marco.
La omnipresencia del rival nubló a un Lionel Messi que se marchó de cambio en el intermedio, aquejado por unas molestias en la parte posterior del muslo izquierdo.
La variante despertó la sorpresa de la grada, pero trajo más opciones para Barcelona, que se adueñó otra vez de la pelota, pero se topó con el arquero Courtois, todo un seguro para el Atlético.
Martino buscó la llave en el banquillo y al 59’ hizo ingresar a un Neymar que solo siete minutos después consiguió la igualdad.
Un centro del brasileño Dani Alves, desde la derecha, encontró la cabeza de su compatriota y trajo la calma al equipo blaugrana.
Tras el gol, el Atlético acusó el esfuerzo hecho durante el choque y Barcelona mostró su cara más peligrosa, al punto de que, cerca del final, Courtois le negó a Alexis el 1-2 que hubiera sido lapidario.