Lausana y Madrid. AFP y EFE Las acusaciones de trabajos forzados y condiciones próximas a la esclavitud en las obras de Catar suponen un problema serio para el Mundial 2022, ya marcado por sospechas de corrupción y por el problema de las altas temperaturas de su verano.
Al ritmo actual de muertes en las obras de Catar, al menos 4.000 trabajadores podrían morir antes del inicio del Mundial, acusó la Confederación Internacional de Sindicatos (ITUC) en el diario brutánico The Guardian el jueves.
Una delegación internacional de sindicalistas viajará a Catar el próximo 7 de octubre para constatar las condiciones de trabajo de los inmigrantes, indicó uno de los participantes en ese viaje, Gilles Letort, del sindicato CGT.
Este anuncio se produce al día siguiente de la publicación de The Guardian en las que se denunciaba que entre principios de junio y principios de agosto, 44 obreros nepalíes habrían muerto en obras en Catar, con base en documentos obtenidos a través de la embajada británica en Doha.
“Nos gustaría poder dejar la empresa, pero no nos dejan”, declaró al Guardian un inmigrante procedente de Nepal y empleado en Catar en una obra en Losail, en la periferia de Doha, donde estará situado el estadio para 90.000 espectadores que acogerá la final del Mundial .
La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) admitió el jueves pasado su “preocupación”, a través de una declaración de su portavoz.
Por su parte, el sindicato mundial de futbolistas profesionales, FIFPro, pidió a la comunidad internacional del fútbol que actúe para garantizar los derechos de los trabajadores empleados por la organización del Mundial de Catar 2022.
“La Copa Mundial 2022 se concedió a Catar con el ánimo de promocionar el fútbol y, aún más importante, los valores universales del fútbol en Oriente Medio.
“Tal objetivo solo puede alcanzarse si Catar respeta los derechos de las principales personas que harán posible esa Copa Mundial: los trabajadores que construyen los estadios y los jugadores”, señaló Brendan Schwab, presidente de la División Asia de FIFPro y miembro de su Ejecutivo.
Esta acusación supone un problema más para Catar y su Mundial 2022, marcado por otras polémicas.
Actualmente, el Comité de Ética de la FIFA investiga informaciones de prensa sobre corrupción al respecto, pero todavía no elaboró sus conclusiones.