Messi comanda el fácil triunfo 5-1 del Barcelona ante Panathinaikos

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Barcelona (dpa). El Barcelona envió hoy un mensaje de autoridad a sus rivales de la Liga de Campeones al vencer por un cómodo 5-1 al Panathinaikos griego, con Lionel Messi como estrella al marcar dos goles.

El equipo visitante se adelantó a los 20 minutos con un gol de Sidney Govou. Fue un espejismo porque el Barcelona volteó el marcador antes del descanso con dos goles de Messi y uno más de David Villa, mientras Pedro y Dani Alves completaron la goleada en una segunda mitad en la que a Messi le contuvieron un penal.

El equipo de Josep Guardiola tuvo un comienzo arrollador ante un Panathinaikos que nunca supo ver por dónde le entraba la vía de agua. Si el Barcelona no marcó en ese arranque fue por ese factor de azar que tiene el fútbol.

Sin embargo, el Panathinaikos se adelantó en su primera y única ocasión en todo el partido. A los 20 minutos, el arquero lanzó en largo, Cissé prolongó y Govoy marcó con facilidad.

Pero no dio tiempo a comprobar cómo podría afectar este gol a los locales porque el Barcelona marcó dos minutos más tardes en la primera gran aparición de Xavi y Messi. El español dibujó un pase mágico desde 30 metros hacia la diagonal del argentino y éste anotó con la facilidad que en él es habitual.

El segundo tanto local ocurrió a los 33 minutos, con un saque de esquina, una prolongación de Sergio Busquets y un remate final de Villa. El punta fue uno de los ocho miembros de la España campeona del mundo con los que jugó el Barcelona.

Y en la última jugada antes del descanso llegó el gol de la sentencia, que fue una maravilla. Messi tiró dos paredes en la frontal del área y marcó como si estuviera bailando. El argentino acababa de tirar un disparo al larguero y esta vez no perdonó.

La segunda parte apenas tuvo historia y el Barcelona perdonó un resultado de escándalo ante un Panathinaikos que nunca pudo quitarse el miedo del cuerpo.

Messi tuvo múltiples oportunidades de lograr un “hat-trick”, incluido un penal a los 55 minutos provocado por él mismo, pero lo tiró muy mal y fue detenido por el portero visitante.

El cuarto tanto llegó a los 77 minutos, cuando Messi tiró al palo y Pedro aprovechó el rechace para cerrar el marcador, mientras Alves logró el último gol al aprovechar un pase del argentino, presente en casi todos los goles.

El Barcelona recuperó su identidad y Messi ofreció un recital, como viene siendo habitual en los últimos dos años. Así se disipan todas las dudas, si es que había motivo para ellas.