Bogotá (AP). Francisco Maturana está desencantado con la Colombia de José Pekerman y la falta de gol de Radamel Falcao en los partidos ante Perú y Ecuador por las eliminatorias mundialistas.
Maturana, quien dirigió a la Tricolor en 1999, llevó a Colombia a los mundiales de Italia 1990 y Estados Unidos 1994 y a la victoria en la Copa América de 2001, cree que el combinado “desprecia el balón, no tiene clara la manera de conseguir algo”.
La falta de gol de Falcao la atribuyó a que “no le llegan balones y sin un conjunto debidamente estructurado es un jugador más”.
Colombia, sin desplegar un buen futbol, venció 1-0 a Perú en Lima y perdió por el mismo resultado contra Ecuador en Quito. Figura en el sexto lugar con siete puntos, cinco menos que el líder Chile y a cuatro de Uruguay, su rival en casa a principios de setiembre.
“El instrumento de comunicación en el futbol es el balón, y eso no pasa en la selección. Colombia desprecia el balón”, sostuvo Maturana al canal Teleantioquia de Medellín.
Maturana, ahora técnico del Al-Nassr de Arabia Saudita, pasa unos días en esa ciudad.
“El afán de ganar nos lleva a intentarlo de cualquier manera. Colombia perdió el gusto por el juego por la angustia de llegar al gol, por la angustia de ganar. La invitación es a jugar, para que ese juego nos lleve al resultado”, comentó el estratega propulsor del balompié de toque.
Colombia, en manos de Pekerman desde principios de año, cambió de estilo, desapareció el toque, el de Pacho Maturana y Hernán Darío Bolillo Gómez.
Leonel Alvarez, antecesor de Pekerman, lo mantuvo en menor escala.
“Los jugadores de Colombia piensan solo en chutar (disparar), no piensan en el pase atrás, en el toque y en la pausa. No hay una comunicación entre ellos, no hay juego colectivo, la primera opción es apuntarle al arco”, indicó hoy Pacho.
“La perdida del balón fue una constante, no más de dos o tres pases seguidos. El problema es que nos quedamos vacíos, nos quedamos sin el resultado y sin esperanza, a pesar de que hay grandes jugadores”, subrayó.
Maturana dimitió del cargo de director de selecciones después que Bolillo Gómez, protagonista de un escándalo al golpear a una mujer, se vio obligado a renunciar en agosto.