La Liga de Campeones es la única vía que tiene el Manchester United para salvar una campaña mediocre en el fútbol europeo.
Los Diablos Rojos son sextos en la Premier League –a 15 puntos del líder Chelsea y a 11 de los puestos de Champions – y no les queda más objetivo en la temporada que hacer algo grande en Europa.
Pero las posibilidades reales de pensar en ganar una ‘orejona’ son casi nulas, teniendo en cuenta la marcha del equipo de David Moyes durante todo el año y la calidad del conjunto con respecto a otros grandes de Europa.
La única esperanza del United es que está invicto en la competición continental esta temporada y que en la Premier League lleva tres partidos sin perder.
Además, está a solo seis partidos de una posible final europea, lo que sería un gran éxito para Moyes en un año de transición, después de la marcha del legendario Alex Ferguson del banquillo.
Dos de esos encuentros son contra un Olympiacos al que ya ha ganado en sus cuatro enfrentamientos anteriores (fase de grupos de las temporadas 2001-02 y 2002-03).
Sin embargo, la participación del United en las dos últimas temporadas se saldó con una eliminación en la fase de grupos y otra en octavos ante el Real Madrid.
Ni siquiera parece que los jugadores crean que pueden hacer algo grande, ni mucho menos se cree en el club, cuya mayor inversión en el mercado invernal fue el fichaje del español Juan Mata... que no puede jugar en Champions al haberlo hecho con el Chelsea este año.
Moyes, no obstante, ha recuperado a su pareja de atacantes estrella: el holandés Robin van Persie y Wayne Rooney, lesionados durante una parte de la temporada y que podrían estar hoy en Grecia.