Luis Suárez tuvo un debut agridulce

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MADRID. AFP El uruguayo Luis Suárez, que el viernes terminó su suspensión por haber mordido a un rival en el Mundial de Brasil, tuvo ayer un debut agridulce con la camiseta del Barcelona.

Pese a que dio la asistencia en único gol de su equipo en el clásico que perdieron 3-1, el atacante charrúa se esfumó poco a poco hasta acabar siendo relevado.

Cuatro meses después del escándalo por el mordisco al italiano Giorgio Chiellini, Suárez tuvo un retorno a lo grande, en un partido de relevancia mundial y con el Santiago Bernabéu como escenario pero no hubo final feliz.

Luis Enrique había anunciado el viernes que el uruguayo tendría algunos minutos en el partido y sorprendió poniéndole de titular, en un estelar trío de ataque, con el argentino Lionel Messi y el brasileño Neymar.

Pero la fórmula solo funcionó por momentos y Suárez, algo intermitente, aportó la asistencia para el gol de Neymar (4’) y destellos puntuales de su clase.

En la segunda mitad, fue más discreto, coincidiendo con los peores minutos del Barça y los momentos que aprovechó el Real para matar el partido.

Al 55’, se resbaló y dejó ir un pase de Neymar; al 66’, no pudo llegar a otro servicio que lo hubiera dejado de cara al gol y esa fue su última aparición antes de irse de cambio y ceder su lugar a Pedro.

“Obviamente, uno siempre quiere que el debut sea con una victoria, más en un partido de estas características. Me voy con la sensación de que el equipo hizo todo para lograr un buen resultado, pero no se pudo. Hay que olvidarse de este partido, pensar en el próximo rival”, declaró el Pistolero antes de abandonar el Bernabéu.