Los aburridos entrenamientos de La Volpe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Los entrenamientos de Ricardo La Volpe tienen una característica especial: ¡son bien aburridos!

El técnico argentino podrá saber muchísimo de táctica, pero en amenización tiene un cero. Aunque bueno, no le pagan $50.000 mensuales para hacer reír a los jugadores. Menos a la prensa.

Tampoco para que el show lo dé en las prácticas, sino en los partidos. Pero en verdad, la expresión es ¡qué aburridos!

Tras más de un mes de seguir a la Selección (desde Costa Rica y aquí en Panamá), quizás hasta los medios de comunicación podamos ejecutar a la perfección cada movimiento.

Las dos horas diarias de práctica básicamente se componen de simulaciones de juego, pero el estratega detiene a cada instante para dar indicaciones y repetir. Así es siempre.

No hay remate a marco, no hay colectivo, nada. Un par de segundos en acción y llega el pitazo enérgico. Va de nuevo.

Quién sabe si en países que son potencia futbolística así serán los entrenamientos y el punto es que simplemente los ticos somos unos mejengueros y no estamos acostumbrados a tal disciplina, pero uno asume que hasta los jugadores pueden sentirse sumamente agotados.

Aprendizaje. Lógicamente, todos manifiestan que están contentos porque están aprendiendo, pero en la cancha hay futbolistas que pasan 20, 30 minutos estáticos, sin tocar balón.

Por ejemplo, los porteros suplentes, Daniel Cambronero y Patrick Pemberton.

Ambos, muy profesionales, deciden aprovechar esos lapsos haciendo abdominales, pero a este punto ya deben de tener 100 “cuadritos” en su abdomen.

No obstante, aquí es donde debe de entrar la madurez y mentalidad de cada jugador.

Porque bajo ese mismo método de observación, se puede afirmar que lo que se practica sí se cumple en los partidos y sirve. Aunque este aburra.

Quedará en ellos si lo aguantan, interiorizando que van a mejorar o si botan el tapón, porque La Volpe no va a cambiar.

Incluso, hay una historia de que en México más de una vez tuvo a Hugo Sánchez bajo la lluvia, a brazos cruzados, sin moverse por horas, mientras trabajaba con la defensa mexicana.

¿Le va a importar lo que piense el Mambo?