Legionarios minimizan el impacto del intenso frío

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Aunque suene inusual, las bajas temperaturas a las que se expone la Selección Nacional el viernes en Denver preocupan poco a una selección acostumbrada a lidiar con esas condiciones.

La surtida lista de legionarios que conforman la Tricolor hace que el tema del frío no ocupe mucho la mente de los jugadores, pues no es nada nuevo para ellos.

“Si hace frío o calor tenemos que ir a ganar, si queremos ir al Mundial hay que jugar bien en todas las canchas”, dijo Joel Campbell, quien viene de lidiar con el invierno español.

Junto a él, prácticamente la totalidad de legionarios en el grupo está acostumbrada a jugar o entrenar bajo la nieve, una situación que no deja de requerir cuidados especiales.

“Creo que la nieve es un factor importante a la hora de un partido, depende de la brisa también, a veces cae nieve pero no hace frío, otras hay brisa y ahí sí afecta mucho. Lo importante es mantenerse caliente para evitar problemas”, aseguró Bryan Oviedo.

Giancarlo González, ficha del Varelenga noruego, explicó que sí se debe tener cuidado con el terreno, pues aunque parece suave encima, abajo está congelado.

“Hay que tener utilizar taquillos atornillables, y eso implica también el uso de suelas para mitigar el golpe en la planta del pie”, explicó el defensor.

Cuidados. Pensando en eso, la Fedefútbol eligió el hotel La Condesa como lugar de concentración, pues aparte del frío, la altitud también jugará el viernes.

El Dick’s Sporting Goods Park, sede del juego eliminatorio entre ticos y estadounidenses, está a casi 1.600 metros sobre el nivel del mar, mientras que el cuartel tricolor ronda los 1.400.

Esa consideración aportará algo de ayuda a la Tricolor, que el viernes deberá probarse ante más que solo uno de los equipos más complicados de la región.