La Selección está a seis puntos del Mundial

La Selección está a solo dos victorias de asegurar de manera matemática el boleto

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Ya casi, Costa Rica. Solamente faltan seis puntos y podremos ver nuestra hermosa bandera ondear en otro Mundial más.

Solo dos victorias más y el próximo año no habrá que estar viendo la competencia futbolística más importante del orbe por televisión, suspirando y diciendo ¿qué faltó?

Ayer costó dar el paso, pero ya se sabía que esta hexagonal de Concacaf iba a ser de esa manera. No importa, así saben más las cosas.

Lo importante es que en cada una de las batallas recientes son los que se visten de blanco, azul y rojo los que, aunque agotados y bañados en sudor y en ocasiones hasta en sangre, terminan de pie y celebrando con los brazos al cielo.

Por esa garra, por esa entrega, por esas ganas, la Tricolor se merece estar está cada vez más cerca del objetivo de asistir a Brasil 2014.

Pero también por su futbol, el cual con cada minuto que se comparte en la cancha se ve mejor.

En algún momento, el plan para esta nota era mencionar virtudes de unos cuantos de los futbolistas costarricenses, pero no sería justo. Con lo visto en los últimos encuentros nadie se puede quedar fuera.

La Tricolor merece estar así de cerca de ir al Mundial porque su arquero es excepcional. Además de ser uno de los líderes, todo lo tapa.

También lo merece porque su defensa reboza de seguridad, quizás como nunca antes.

Lo merece porque su mediocampo marca, corre, crea y cuando puede, hace que todos griten “ole”.

Lo merece porque su delantera, que si bien no está anotando, lucha tanto que a ojos de la afición termina siendo lo mismo.

Todo esto es la explicación más básica del por qué la Selección tica es el equipo más anotador de esta última fase eliminatoria.

Es la razón más lógica por la que tiene cuatro compromisos sin recibir un gol en contra.

Es el resumen más preciso y aunque no lo parezca, objetivo, del porqué solo faltan seis puntos para llegar a la cifra mágica de 17 unidades con la que, hoy (puede bajar según resultados en otras fechas) se obtiene el boleto a suelo brasileño.

Precaución. Sin embargo, ojo que el argumento es que merece estar cerca, no que ya merece ir.

Todavía falta camino y en la memoria y retina costarricense todavía hay retazos de cómo antes se estropearon grandes posibilidades.

Ahora se viene Estados Unidos. Sí, Estados Unidos. Ese con el que hay cierta sangre en el ojo. Ese que es el único que por todas las razones menos por superioridad futbolística derrotó tan solo hace unos meses a la Tricolor.

El próximo viernes 6 de setiembre, sea en el Ricardo Saprissa o sea en el Nacional, será un juego por la cima de la hexagonal.

Será un juego para dar uno de los últimos dos pasos que faltan (el otro es Jamaica) para ahí, sí, festejar a rienda suelta y, por qué no, empezar a soñar con un poquito más ambición de lo que ya nos hizo soñar esta alentadora Selección.