Con 23 títulos a su haber, 15 sobre su más inmediato perseguidor, siempre parece imposible detener al Bayern Múnich. Pero esta temporada el gigante alemán pinta aún más indetenible, la mesa parece servida para que se adueñe del tricampeonato de la Bundesliga.
Ningún otro equipo puede fichar en la forma en la que lo hace el Bayern, así que es difícil pensar que alguien se eleve para competir con el poderío del conjunto que dirige Pep Guardiola y que es la base de la selección campeona del Mundial.
Quizá por eso, tener al esqueleto de Alemania, es que el conjunto bávaro se limitó en el mercado de pases y prefirió hacer caja.
Llegó Robert Lewandowski desde el Borussia Dortmund, pero lo hizo sin dejar un cinco en las arcas de su más acérrimo rival.
El conjunto de Pep solo gastó 11 millones de euros en el defensor español Juan Bernat y otros tres en el portero suplente, Pepe Reyna.
Mientras que dejaron ganancias las salidas de dos de sus estrellas a la capital de España: Tony Kroos al Real Madrid y Mario Mandzukic al Atlético de Madrid.
La competencia. Lewandowski es solo otro más en una larga lista de estrellas del Borussia Dortmund que han pasado a las filas de Bayern. Ya lo hizo antes Mario Götze y está cerca de hacerlo el nuevo astro Marco Reus, también alemán.
Para evitar que eso suceda, en las oficinas del “ Revolutionär ” han hecho todo lo posible por armar un plantel que le garantice a Reus la posibilidad de pelear por grandes cosas, la Bundesliga y volver a brillar en la Champions League son los objetivos de los dirigidos por el carismático Jürgen Klopp.
El delantero Ciro Immobile, de 24 años y uno de los más prometedores de la nueva camada italiana, llegó desde el Torino para ser el sustituto del goleador polaco.
También Adrián Ramos, colombiano de 28 años que la pasada campaña anotó 16 tantos para el Hertha Berlín y quedó empatado con Reus en el cuarto puesto del goleo.
Entre ellos dos el gasto supera los 30 millones de euros y también se compró la ficha del mediocampista Matthias Ginter, quien a sus 20 años ya puede darse el lujo de llamarse campeón mundial.
La apuesta de Klopp es alta, pues es la única forma de intentar competir con un gigante mundial como lo es el Bayern Múnich.
Para alcanzar ese objetivo la única forma es evitar que el conjunto se vuelva una enfermería como pasó en la última temporada –Ilkay Gündogan sigue lesionado– y no dejar nunca de soñar.
Tampoco son los únicos que pueden atacar la dinastía bávara. La Bundesliga, al igual que la Premier, procura beneficio para todos sus clubes y hay otros equipos capaces de invertir en buenos fichajes. Fue así como el Bayer Leverkusen aterrizó al prometedor turco Hakan Çalhanoglu, el Schalke 04 apuntaló un plantel que ya consiguió la clasificación a la actual Liga de Campeones y el Wolfsburg invirtió en varias futuras estrellas.