Juventus y el Milan cautivarán las miradas de la jornada dominical del fútbol italiano, en un clásico que se juega sin la oficialidad del término, pero con el respaldo del talento y la tradición.
Ellos dos son los que más han movido al Calcio en las últimas campañas, el primero, con su intacta hegemonía en los últimos dos años, y el segundo, como el rival más interesado en quebrarla.
Pero el choque, que se jugará en el Juventus Stadium, se disputará esta vez con intereses diferentes, pues si bien el objetivo lógico apunta a la cima, el flaco arranque de los visitantes les antepone otras prioridades.
La Vecchia Signora iniciará el clásico como tercera de la tabla con los mismos 16 puntos que el Nápoles, los dos escoltas de la intocable Roma, que luego de su victoria de ayer ante el Inter, alcanzó las 21 unidades, tras siete fechas jugadas.
Así, para la Juve la cacería del equipo de Totti pesa más que cualquier rivalidad histórica con los Rossoneros , relegados a la décima posición con apenas ocho unidades en seis presentaciones.
Hay también una deuda pendiente proveniente de la Champions , porque el empate 2-2 en su casa, ante el Galatasaray, fue un balde de agua fría para un grupo que prometió revancha a su afición.
El Milán, en cambio, sacó un empate ante el Ajax en calidad de visitante, un pequeño aliciente si se toma en cuenta que en casa despachó 2-0 al Celtic y que todo eso pasa en medio de este arranque liguero.
Bajas que pesan. El segundo punto negro de este clásico, después de lo dispar del momento de cada uno, será sin duda las figuras ausentes.
En la Juventus Antonio Conte no contará con el atacante montenegrino Mirko Vucinic y el defensor suizo Stephan Lichtseiner.
Sin Vucinic será Fabio Quagliarella quien posiblemente aparecerá junto a Carlos Tevez en el frente de ataque, un relevo que al parecer está empezando a soltarse.
En la acera del frente la crisis es mucho peor, pues Mario Balotelli, cumplirá hoy su tercer partido de suspensión, luego de haber amenazado a un árbitro.
Esa sensible baja hará que Alessandro Matri reaparezca como titular contra su antiguo equipo y en su vieja, eso sí con la falta de gol como su carta de presentación.
El delantero no anota desde mayo anterior cuando vestía la casaca de la Juve, una situación que podría jugar tanto a su favor como en su contra, porque en los clásicos la lógica no siempre se aplica.