Jupp Heynckes: El técnico exitoso, pero sin suerte

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Jupp Heynckes es una figura del futbol; quizás no tenga el reconocimiento que su palmarés como jugador y técnico merece.

Es una víctima del ostracismo de este ingrato deporte, que tiende a sobrevalorar a hombres más por su aparición mediática que por sus logros en la cancha.

Tanto es así, que previo a la semifinal de la Liga de Campeones que ganó el Bayern de Múnich al Barcelona, se le cuestionó si pediría ayuda a su sucesor en el banquillo para la próxima temporada, Josep Guardiola.

Con un pasado exitoso en el club catalán, Pep fue nombrado en enero anterior con la excusa por parte de los directivos bávaros de que Heynckes se retiraría.

Por ambas cuestiones, el teutón se “encendió” (en Alemania se le conoce como Osram, un fabricante de productos de iluminación), pues sabía que él es independiente en su labor y que nunca había anunciado su retiro.

Solventó las dudas como mejor sabe hacerlo: con trabajo. Una paliza global de 7-0 ante los culés y la temporada de récord del Bayern le dan la razón.

Un merecido premio para un entrenador que el año anterior se resignó a ser segundo de todo.

Lecciones aprendidas. Que la suerte le dé la espalda a Heynckes no es una historia nueva, pues también saboreó la ingratitud en el Real Madrid a finales de los noventas.

Su único error fue no controlar a un camerino lleno de figuras que la misma prensa madridista apodaba “La quinta de los Ferraris”.

Ni siquiera le valió el hecho de frenar la sequía más larga de los merengues en Champions , tras ganar la final de 1998 a la Juventus.

Jupp lo asumió como una lección aprendida y hoy cuando se habló de indisciplina por parte de Arjen Robben y Frank Ribery, los detuvo a tiempo y ambos son baluartes del éxito muniqués.

En todo caso, aunque al final de temporada se alce con el triplete, Heynckes sabe que al día siguiente los titulares los ocupará Josep Guardiola.