Junior Díaz recibió el ansiado premio

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Faltaban dos horas para que Junior Díaz se enterara de su llamado a la Selección Nacional, algo que había anhelado durante los últimos 15 meses.

“Como profesional, siempre intento entrenar fuerte para poder jugar. Si hago las cosas bien, tendré más oportunidad de estar en la Selección”, decía Díaz.

Sentado en las gradas del Estadio Coyella Fonseca, el lateral del Mainz de Alemania repasaba su año futbolístico.

Lo hacía mientras observaba a un grupo de jugadores que quedaron sin club e intentan mantenerse en forma gracias a la Asociación de Futbolistas Profesionales. (Asojupro).

“Me ha ido bien, pero es gracias al trabajo y la disciplina que he tenido. Esto ha sido lo primordial para poder estar ahora donde estoy.”

De niño, el zurdo soñaba con llegar a Primera División, luego defender la camiseta de la Selección y por último, dar el salto al exterior.

“Cuando se me dan las cosas, tengo más entusiasmo y ganas. No puedo conformarme con el paso que llevo”, argumentaba Díaz.

Tres sueños. El Mainz finalizó la temporada en la casilla 13 de la Bundesliga, muy lejos de la zona de puestos europeos, pese a que en algún momento luchó por ellos.

“Empatamos muchos partidos. Eso nos relegó a la posición en que quedamos”, sintetizó el lateral.

Sin embargo, a nivel personal, Junior Díaz tuvo tres momentos que recordará para siempre.

“Cuando firmé el contrato, cuando llegué al camerino y vi una camiseta colgada con mi nombre y el logo de la Bundesliga al lado; y cuando logré un gol en apenas el tercer partido que jugaba”.

La narración de Junior desbordaba una emoción incontenible. Quizás no menos de la que sintió un par de horas después, cuando de la boca del técnico Jorge Luis Pinto volvió a salir su nombre.