Krasnodar, Rusia / AFP-. Considerado un mago del balón, capaz de los mayores trucos con una pelota en los pies, Francisco Alarcón, Isco, se ha convertido en la garantía de continuidad del estilo de toque de la selección española.
“Era mi debut en un gran campeonato con la selección, me sentí muy cómodo, muy a gusto”, decía este centrocampista, tras el empate contra Portugal (3-3) en el primer partido mundialista de la ‘Roja’.
Ante Portugal, el ’22′ de la ‘Roja’ fue uno de los revulsivos del encuentro, incluyendo un disparo al larguero que rebotó prácticamente en la línea de gol.
Y frente al muro iraní (1-0) fue otra vez uno de los más activos, encarando y buscando los espacios.
Será una buena oportunidad para que Isco demuestre una vez más lo acertado de la apuesta de Julen Lopetegui por él, desde el momento en que lo ‘adoptó’ cuando entrenaba a las categorías inferiores de la ‘Roja’.
El destituido seleccionador español confió en el centrocampista andaluz, de 26 años, incluso cuando menos jugaba en el Real Madrid, donde ha ido imponiéndose y, sin duda, tendrá un rol primordial con la llegada al banquillo blanco del exseleccionador español para la próxima temporada.
“Me apasiona, lo ha hecho siempre. Le dio la vuelta a una situación difícil y eso le ha hecho mejor jugador”, decía Lopetegui, en referencia al periodo que atravesó el jugador en el equipo ‘merengue’.
Lopetegui utilizó a este malagueño de andares particulares y piernas arqueadas en 14 partidos de los 20 que dirigió, en lo que el jugador marcó 9 goles. Sólo David Silva le superó con 11.
Aunque Isco asegura que “no estoy aquí para ser sucesor de nadie”, muchos lo consideran ya el repuesto de Andrés Iniesta en el centro del campo.
“Me parece un jugador fantástico, de un talento brutal, hace muchos años que lleva haciendo las cosas muy bien”, asegura de él ‘Don Andrés’, insistiendo en que “tiene años por delante para seguir creciendo y mejorando”.
“Sólo intento hacer bien mi trabajo, dar el 100% de mí”, asegura el exjugador de Valencia y Málaga, que ahora cuenta al frente de la ‘Roja’ con otro valedor, Fernando Hierro, sustituto de urgencia de Lopetegui.
Ambos se conocen de la etapa de Hierro como mánager general del Málaga entre 2011 y 2012, en el que el centrocampista jugó dos temporadas antes de dar el salto al Real Madrid en el verano de 2013.
Héroe de la goleada 3-0 a Italia en el Santiago Bernabéu en un partido de clasificación, que prácticamente ponía a España en Rusia, Isco, a la espera del relevo, pone un punto ofensivo a un centro del campo, donde siguen reinando Iniesta y Sergio Busquets.
Su habilidad para encarar y superar rivales, además de su finura poniendo centros hacen de él un eslabón ideal para el ataque español, teniendo muy claro el juego de toque que tiene que hacer España.
Isco es, además, una de las principales caras de la renovación emprendida en la ‘Roja’ por Lopetegui junto a los Rodrigo Moreno, Marco Asensio o Dani Carvajal, entre otros.
Una nueva generación llamada a intentar repetir los éxitos de una generación de oro ganadora de dos Eurocopas (2008, 2012) y un Mundial (2010), cuyos últimos representantes podrían estar viviendo su última gran cita mundialista.