La huelga a la que llamaron los jugadores españoles a partir del 16 de mayo haría que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se termine este fin de semana, aunque resten dos jornadas por disputarse en el calendario.
La legislación española establece que las jornadas laborales que se pierdan por huelga no tendrán reposición.
De esta forma, si antes del 16 no se llega a un acuerdo, el certamen perdería la penúltima fecha e igual situación aplicaría para la última.
Ante este panorama, para el Barcelona es vital vencer a la Real Sociedad hoy, como para el Real Madrid no ceder frente al Valencia. Si los catalanes triunfan y no se llega a un acuerdo entre jugadores y la LFP, el cuadro culé conservaría el primer lugar, aunque ni en la propia liga conocen si podrían declararlo campeón de España.
Grandes figuras del fútbol español, incluidos estrellas del Real Madrid y el Barcelona como Iker Casillas y Andrés Iniesta, se sumaron el jueves a la rueda de prensa de los jugadores para apoyar la convocatoria de huelga en las últimas dos jornadas de la temporada si el Gobierno no modifica una legislación aprobada el 30 de abril sobre el reparto de los derechos de retransmisión televisiva.
El presidente de la LFP, Javier Tebas, presentó una demanda ante la Audiencia Nacional, principal instancia judicial del país, contra la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), tras emprender acciones a nivel administrativo contra la Real Federación Española de Fútbol, que ya había anunciado el paro el miércoles.
La solución del problema no parece estar cercana, sobre todo porque la Liga decidió emprender acciones legales contra la manifestación de los jugadores.
“Ellos están intentando ir hacia una huelga contra una ley y este tipo de huelga en España no se permite”, explicó Tebas en una entrevista con la AFP .
El decreto de ley aprobado por el Gobierno español atribuye a la LFP la negociación conjunta y centralizada con las operadoras televisivas para realizar después el reparto entre clubes, en vez del modelo actual, por el que cada club negocia individualmente.
Estos ingresos se distribuirán así: 90% entre los equipos de primera división y 10% para los de segunda. Los jugadores y la federación afirman querer una mayor proporción para los equipos más pequeños del torneo.
Además, otra situación que molestó a los jugadores, según informa el diario El País , es que a los futbolistas no se les tomó el parecer sobre la negociación.
Los entrenadores del Madrid y el Barcelona, Carlos Ancelotti y Luis Enrique, agregaron que esperan que el conflicto se resuelva y poder jugar todo el torneo. Se utilizó información de la agencia AFP