El Girona fue osado. Le tocó la cara al Barcelona y eso enfadó al equipo culé que se desquitó al pulverizar a su rival 6-1.
Los de casa no tuvieron piedad una vez más y con baile incluido demostraron todo su poderío para hacerse sentir.
A los tres minutos, Portu puso a ganar a los visitantes. Sí, suena extraño, pero así sucedió.
La visita había logrado toda una hazaña apenas al inicio del compromiso, pero cuando se tiene a Lionel Messi, Luis Suárez y a Coutinho en el campo cualquier cosa puede suceder.
Esos tres jugadores se encargaron de lograr la remontada. Suárez marcó triplete (5′, 44′ y 76′), Messi doblete (30′ y 36′) y Coutinho uno (66′) para redondear una goleada más en el Camp Nou.
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Con jugadores de esa categoría la ventaja sobre el resto debe notarse en el campo y es precisamente lo que esos tres hicieron este sábado.
Suárez mostró su apetito goleador, esa hambre voraz con la que sale el centro delantero en todas sus presentaciones.
Messi fue el de siempre: un director de orquesta que nunca se esconde, que no se rinde y que no se cansa de sorprender. Cuando se piensa que ya se ha hecho todo aparece con algo nuevo.
Coutinho, por su parte, mostró su clase. Hizo alarde de la téctica que se maneja y que la dirigencia no se equivocó con su fichaje.
Los blaugranas continúan imparables. Mantienen su distancia en la cima de la Liga española con 65 puntos, a diez del Atlético de Madrid y a 14 del Real Madrid.
Los madridistas vencieron 4-0 al Alavés, mientras que los colchoneros visitan este domingo al Sevilla a la 1:45 p. m.
Este es el panorama en una liga española que está más que definida. El Barça es un club que marcha sólido hacia la victoria fecha a fecha y se regocija con su sentencia a punta de goles y fiestas tanto de local como de visitante.