Rustenburgo Reinaldo Rueda es uno de esos entrenadores que termina en el limbo después del Mundial: ni está descartado, ni tiene garantizada la continuidad.
El colombiano, que llevó a Honduras a su segunda Copa, confirmó que ya no tiene contrato y que está en la mesa de negociaciones.
“Tenemos que mirar las condiciones, pero claro que hay interés”, afirmó Rueda en la conferencia de prensa del viernes anterior, luego del empate 0-0 contra Suiza. Luego tiró una frase políticamente correcta: “Que sea lo mejor para el futbol hondureño”.
Despedirse con un punto podría revitalizar las acciones del colombiano. Por el contrario, tres derrotas consecutivas en la gran cita hubieran sido una sepultura.
El técnico pasó completamente de puntillas sobre el supuesto conflicto con algunos de sus futbolistas durante la concentración en Sudáfrica. “Tengo que destacar la total entrega de mis jugadores”, comentó. El tono bajo se explica por las negociaciones abiertas con la Federación: mantener vivo y en público el problema con los subalternos sería un punto en contra.
Tardío. Rueda lamentó que hubieran “despertado tarde” en la cita sudafricana. Y es que los hondureños consideran positivo el empate contra Suiza, pese a que se van a casa en primera ronda, últimos en el grupo H, sin ganar un partido y sin anotar ni siquiera un gol.
Los jugadores catrachos se veían satisfechos en la zona mixta del estadio Free State de Bloemfontein, pese a que quedaron en la antepenúltima posición del torneo.
El propio David Suazo, que dispuso de las mejores ocasiones para anotar, y las falló todas, dijo que estaba “contento”. “Hoy se vio una Honduras que propuso, que quiso ganar. Lastimosamente no salieron las cosas, porque nos interesaba terminar con un triunfo”, comentó el centro delantero.
Víctor Bernárdez, el defensa que levantó la voz para cuestionar las alineaciones de Rueda, dijo que están “orgullosos” por la actuación en Sudáfrica. Bernárdez salió como titular ante Suiza, por primera vez en el torneo, aunque considera que sus palabras durante la semana no tuvieron que ver.