Bajas temperaturas encontró la Selección Nacional Sub-23 desde su llegada antenoche a Venezuela, con el agravante de que imperarán hoy durante el juego amistoso contra el seleccionado de ese país, que reinicia la preparación de Costa Rica rumbo a la Olimpiada de Atlanta 96.
El encuentro se realizará a las 6 p.m. (hora costarricense) en el estadio de la ciudad de Mérida, al oeste del país.
"El clima está muy frío, ronda los siete grados centígrados, pero es bueno que nos acostumbremos a este tipo de situaciones, porque en mayo encontraremos algo similar en Canadá, en la eliminatoria olímpica".
Así lo expresó --vía telefónica a La Nación-- el seleccionador Juan Blanco, desde el hotel Don Juan, poco después de la práctica vespertina de ayer por la tarde.
La primera víctima que cobró la baja temperatura fue el atacante cartaginés Jewisson Bennett, quien sufrió un fuerte resfrío y fue necesario dejarlo bajo observación en una clínica de Caracas.
Bennett se encuentra mejor de salud y ayer mismo viajó a Mérida, junto al médico Emilio Araya y el administrativo Roberto Briceño, aunque fue descartado para el encuentro, según confirmó el delegado Raúl Chacón.
Por el mismo motivo, otros jugadores fueron afectados pero en forma leve. Se trata del volante Sergio Morales y el lateral Tray Bennett, por lo que Blanco no quiso adelantar la alineación hasta no conocer su recuperación en las horas previas al choque.
Luego dijo que "tenemos la mente puesta en Canadá y usaremos el sistema que queremos, pero eso no indica que todo se lo facilitaremos a Venezuela; nos interesa mucho el resultado".
La delegación tica pernoctó antenoche en Caracas y ayer en la mañana se desplazó a Mérida, una ciudad de medio millón de habitantes, a 1.600 metros sobre el nivel del mar, frente al monte Bolívar, en plena cordillera de los Andes.
Ayer entrenó en horas de la tarde en el estadio, donde realizó un reconocimiento a la cancha, ejercicios de estiramiento y movimientos tácticos en defensiva y ofensiva.