FIFA suspende a hondureño por evadir prueba antidopaje cuando era ficha de Alajuelense

El castigo del defensor finaliza el 22 de junio del 2024

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El defensor hondureño, Henry Figueroa, fue suspendido por cuatro años de toda actividad deportiva por parte de la FIFA, al considerar que el jugador evadió una prueba antidopaje cuando era jugador de Alajuelense tras un juego ante el Club Sport Herediano en el Alejandro Morera Soto.

El diario La Prensa de Honduras, publicó este sábado por la noche que el central del Vida de La Ceiba “quedó inhabilitado por el órgano rector del fútbol mundial, quienes enviaron una carta al club hondureño explicando lo sucedido y ratificando el castigo”.

“En el documento se hace mención que el jugador evadió la prueba de dopaje a la que había sido sometido cuando jugaba con Alajuelense de Costa Rica a finales del 2019 y por eso la FIFA decidió cerrar el caso como positivo. (...) El documento cita que el castigo es de efecto inmediato”, explica el diario en su publicación.

Según el documento enviado por la FIFA, el “jugador Henry Alberto Figueroa Alonzo es sancionado a nivel mundial con cuatro años de suspensión de toda actividad relacionada con el fútbol a partir del 22 de junio del 2020 hasta el 22 de junio del 2024″. Por lo que al jugador le resta un año para cumplir su sanción.

El zaguero mantenía un buen nivel con el Vida en el actual campeonato hondureño.

La historia

Figueroa jugó con los manudos el partido de vuelta de la final con Herediano en diciembre del 2019. Tras el juego, los oficiales que se encargan de llevar a los jugadores que son seleccionados por medio del azar para realizar la prueba antidopaje, llegaron al camerino manudo para que el catracho los acompañara.

El jugador salió con su teléfono celular en la mano y poco tiempo después de estar en la sala donde se recojen las muestras de orina, el jugador solicitó conversar con el gerente deportivo de entonces, Agustín Lleida, y le comentó que acababa de recibir la noticia donde indicaba que su mamá había fallecido.

En ese momento, el jugador estalló en llanto y solicitó poder abandonar el recinto y que otro jugador erizo ocupara su lugar, el turno, por medio de otra rifa, fue para el delantero Jonathan Moya.

Horas después, periodistas catrachos informaron que la señora Yessenia Salmerón, mamá del jugador, estaba en Nueva York, Estados Unidos, y que habían podido conversar con ella.

Al día siguiente de la noticia, La Nación corroboró luego con periodistas catrachos que se trataba de su abuela, doña Digna Salmerón, a quien el jugador catalogaba como su madre.