Madrid. La titularidad de un intocable hasta la fecha Iker Casillas en la selección española, es el nuevo debate que encara un capitán cansado de las habladurías por su condición de suplente en el Real Madrid, que ve cómo puede seguir los mismos pasos con la Roja.
De Diego López a Víctor Valdés: la competencia de Iker Casillas cambia de nombre y de escenario, pero su panorama comienza a asemejarse en el Real Madrid y la selección española.
Vicente del Bosque tiene la difícil papeleta de elegir un portero para el decisivo partido en Helsinki ante Finlandia, en el que España puede dar un paso de gigante al Mundial Brasil 2014.
Hasta la fecha no ha tenido dudas el seleccionador español.
Dio igual la lesión de Iker Casillas el pasado mes de enero y que no jugase ni un solo minuto con el Real Madrid por su enfrentamiento personal con el entonces técnico madridista, José Mourinho.
Cuando llegó la Copa Confederaciones y tras su brillante actuación ante Irlanda, en un amistoso en el Yankee Stadium de Nueva York, Del Bosque repartió partidos entre sus porteros pero el primero importante ante Uruguay, más los decisivos hasta la final perdida contra Brasil, los jugó Casillas.
Valdés –portero del Barcelona– siempre ha tenido un comportamiento ejemplar en la selección.
Lo repitió Del Bosque varias veces a aquellos que anticipaban un perfil conflictivo del portero del Barcelona, que sin embargo siempre aceptó su rol y elogió públicamente a Casillas. A su sombra ya suma 16 internacionalidades, por 28 de Pepe Reina.
Sin embargo, ahora, el momento de Valdés que ha jugado todo con el Barcelona y ha dejado paradas brillantes para el buen inicio de su equipo –clave en la conquista de la Supercopa de España y los tres triunfos ligueros–, contrasta con la suplencia de Casillas.
Cuando todos veían al capitán madridista titular con la llegada de Carlo Ancelotti y valoraban sus apariciones en los amistosos de pretemporada, el técnico italiano optó por Diego López como titular. Iker desapareció del terreno de juego, ocupa un puesto incómodo de suplente y desde enero no juega un partido oficial con su club.
Su situación complica a Del Bosque que por primera vez puede dar un giro a la competencia en la portería de la selección y apostar por Valdés aunque Casillas esté en plenitud de condiciones.
Es la gran decisión que debe tomar en un escenario en el que el capitán es catalogado como “un caso especial” y tiene un rol ganado a pulso con brillantes actuaciones en un pasado, claves para la doble corona europea y la conquista del Mundial Sudáfrica 2010.
Antes de decidir, Del Bosque encara a la crítica y la asume.
Lo hace citando a un portero con el cartel de suplente en el presente y a un defensa que también lo es –casualmente en el Real Madrid–, como Nacho Fernández.
El seleccionador se centra en un partido que no se cansa de repetir que es decisivo, ante una selección que complicó las cosas en Gijón por su orden defensivo y que sacó un empate en la única ocasión que llegó a una portería defendida aquel día por Valdés por la lesión de Iker.
Del Bosque busca medio centro ante las ausencias de Sergio Busquets, Javi Martínez y Xabi Alonso; y vuelve a meditar regresar al sistema con “falso nueve” por el gran momento de Cesc Fábregas-
En Helsinki, debe tomar decisiones en un debate que se reabre, y que genera expectativa.