Johannesburgo Cristian Solís, un comerciante de San Isidro de Heredia, tenía todo comprado para venirse al Mundial de Sudáfrica a ver a la Selección de Costa Rica.
“Honestamente la clasificación la vi muy fácil, quise sumarme y ser parte de la fiesta”, comentó a La Nación el sábado antes de entrar a ver Argentina-Nigeria.
Resulta que la Tricolor tiró el pase por la borda, como todos sabemos. Pero Cristian, de 31 años, igual hizo la maleta y se vino al otro lado del globo a ver futbol.
Este herediano forma parte de una excursión de 42 ticos que acudieron al Ellis Park a ver la puesta en escena de la Albiceleste.
Varias agencias de viajes trajeron grupos de aficionados desde nuestro país. La inversión por persona puede llegar hasta $14.000 (¢7,7 millones), para los que buscaron la experiencia africana total, con safari incluido. Otros viajaron por solo $3.000 (¢1,6 millones), cuando las agencias ofrecían los últimos campos a precio de ganga.
Algunos pocos casi ni tuvieron que tocarse el bolsillo. Es el caso de Yirlania Ramírez, una funcionaria del Banco de Costa Rica de 29 años, vecina de San Pablo de Heredia. “Cuando se hizo la actualización de datos de los clientes el banco rifó dos viajes entre los empleados. Fui una de las afortunadas” explicó mientras esperaba turno para entrar al Ellis Park, con camisa de la Sele, pero con un gorrito de Argentina.
Es el mismo caso de Mayra Vargas, una cartaginesa que salió premiada en una promoción que hicieron Castrol y Superservicios.
Nada de pasar hambre. Visitar otro país, especialmente uno lejano, siempre deja muchos espacios para la incertidumbre: que si la comida, que el clima, que la seguridad ...
Los ticos en Sudáfrica se la están pasando bien, por lo menos en estos primeros días de la aventura.
“Las comidas han estado muy buenas, yo pensé mucho en eso antes de venir, pero hasta ahora todo va perfecto”, comentó doña Mayra. Su único lamento es no haber hecho antes el esfuerzo para viajar a la gran fiesta del balompié.
“Se nota que la gente de otros países nos tienen mucho afecto a los ticos, pese a que la Selección no vino”, comentó Yirlania.
En medio de la torre de Babel de Sudáfrica 2010, hay espacio para Costa Rica: nuestro país tiene su delegación con banderas, mucha alegría y muchos “pura vida”.