El Barça le regala a Guardiola un último trofeo

Catalanes dieron cuenta muy fácil del Athletic, 3-0, en la final de la Copa del Rey

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Madrid. AP Barcelona resumió en 90 minutos las virtudes que lo encumbraron bajo la batuta de Pep Guardiola y arrolló al Athletic de Bilbao con claridad para proclamarse campeón de la Copa del Rey.

Un doblete de Pedro Rodríguez y un gol del argentino Lionel Messi en solo 25 minutos sentenciaron la final antes del descanso y dieron al Barça la victoria por 3-0 frente al Bilbao de Marcelo Bielsa, que jamás encontró la forma de plantar cara al multicampeón español.

En una noche de récords para el Barcelona , Guardiola escribió el mejor epílogo posible a sus cuatro temporadas al frente del primer equipo, sumando su título 14 de 19 posibles.

Además, Messi elevó a 73 la marca europea de goles en una sola temporada, superando los 67 del alemán Gerd Muller en 1973.

El título, que suma la Copa del Rey número 26 en las vitrinas del club catalán, deja servido además otro clásico entre Barça y Real Madrid, como campeón de liga, en la Supercopa de España, que se disputará en agosto y que marcará el debut en competición oficial de Tito Vilanova como nuevo director técnico del Barcelona.

Bielsa, por su parte, volvió a fracasar con sus aguerridos Leones en su segunda final en apenas dos semanas, tras la derrota por idéntico marcador 3-0 frente al Atlético de Madrid en la Liga Europa.

Silbidos. La antesala de la final de Copa en el Vicente Calderón de Madrid estuvo marcada por polémicas extradeportivas. Tal y como se esperaba, la mayoría de los 55.000 hinchas que abarrotaban el estadio dedicaron una monumental silbatina al himno nacional español.

Pero cuando empezó a rodar la pelota y habló el futbol, Barcelona inició su monólogo.

Bielsa ordenó a sus jugadores presionar la tradicional salida de balón del Barça , intentando agobiar al arquero suplente José Manuel Pinto. Pero ese afán dejó un enorme espacio en el medio del campo, que los centrales Javier Mascherano y Gerard Piqué supieron aprovechar para conducir la pelota a posiciones donde Andrés Iniesta, Xavi y Messi destrozaron la línea defensiva vasca.

El festival de goles tardó solo 25 minutos, pero fue suficiente para que el Barcelona vuelva a festejar.