El doctor de la Selección , Alejandro Ramírez, quiso renunciar dos veces durante los 34 meses que estuvo Jorge Luis Pinto , debido a que no soportaba más el trato que le daba el entrenador cafetero.
La primera vez fue en el 2012, pero los dirigentes de la Federación Costarricense de Fútbol le pidieron un poco de paciencia.
“Me dijeron que me necesitaban y entonces pensé que tenía que retribuir la confianza”, dijo.
La segunda fue justo antes del Mundial y esta vez fueron los jugadores los que lo convencieron.
“Ellos me decían ‘no doctor, no se lo pierda, estamos muy cerca, aguante un poco más’”, explicó.
Inclusive, antes de que se conociera que Pinto no sería más el timonel, Ramírez ya había solicitado el traslado a otra selección.
“A mí me ofendió desde el punto de vista profesional. Se metía hasta a fiscalizar cuando yo estaba revisando a los jugadores Y luego me decía que así no se hacía mi trabajo. Ni siquiera creía que los jugadores estaban lesionados, decía que estaban manipulando el entrenamiento”, confesó.
“Tuvimos que empezar a entregarle exámenes de todos porque no creía en el trabajo.
“Pero de otros compañeros del departamento médico, otros grandes profesionales que tenemos acá (en la Fedefútbol), sí se burló y hasta de forma soez”.
Inclusive, contó que cuando se obtuvo el boleto a Brasil, Pinto se marchó a Colombia con la intención de buscar otro cuerpo médico. “Eso es un irrespeto”.