LOS ÁNGELES. Las selecciones de futbol de México y Estados Unidos jugarán esta noche en el estadio Rosebowl de Pasadena (California) otra final de la Copa Oro de la Concacaf, en el marco de un clásico regional que se torna difícil de predecir dada la paridad de fuerzas.
Mexicanos y estadounidenses jugarán a partir de las 7 p. m. (hora costarricense) ante 90.000 espectadores, en procura del cetro y del boleto a la Copa Confederaciones de la FIFA del 2013 en Brasil.
El juego de esta noche será un partido de revancha de la final de la pasada Copa (2009), cuando el Tri azteca, entonces a las órdenes del técnico Javier Aguirre, goleó al equipo anfitrión por 5-0.
Para este nuevo clásico regional no son pocos los que dan como favorito a México en razón de su paso más regular por el torneo, además de llegar a esta fase sin conocer la derrota, invicto que conserva desde la pasada Copa.
México accedió a esta etapa finalista tras barrer a sus rivales en la ronda de grupos, con victorias ante El Salvador (5-0), Cuba (5-0) y Costa Rica (4-1); doblegar a Guatemala (2-1) en cuartos de final e imponerse en la prórroga a Honduras (2-0) en semifinales.
Empero, el seleccionado del Chepo de la Torre tendrá que luchar en esta final contra sus propios fantasmas.
El equipo se ha visto sacudido por la salida de seis jugadores en medio del torneo, uno por enfermedad y el resto por dopaje, además de sospechas, hasta ahora infundadas, de arreglos de partidos en primera ronda y la probabilidad de que otros jugadores hayan dado positivo al clembuterol.
A ello se suma la incertidumbre por las lesiones de dos titulares claves: el defensor Carlos Salcido y el volante ofensivo Andrés Guardado, lastimados en el ríspido encuentro contra los hondureños.
Estados Unidos tampoco está en mejor posición, pues Bradley ha tenido problemas para concretar una alineación titular efectiva, y se ha pasado el torneo probando fórmulas en la zaga y la línea delantera.
El pobre trabajo de la defensa norteamericana a principios del torneo le costó perder el invicto histórico en la ronda de grupos al caer ante Panamá (2-1).
Bob Bradley también enfrentará la final con la baja de su delantero Jozy Altidore, quien se encuentra lesionado, pero es seguro que alineará desde inicio a su estrella Landon Donovan.