La llegada del técnico argentino Omar Pastoriza a El Salvador --adversario de Costa Rica en el grupo A del próximo Torneo de la UNCAF--, fue el estímulo que necesitaba el futbol para caminar hacia nuevos derroteros.
Desde que asumió la dirección del seleccionado cuzcatleco, el pasado 9 de octubre, Pastoriza inició rápidamente un proceso que vinculó inicialmente a las formaciones absoluta y Sub-23, que son las que tienen compromisos más inmediatos.
El primer equipo debe ser anfitrión a finales de mes en la Copa de Naciones de la Unión Centroamericana de Futbol (UNCAF), luego participará en la Copa de Oro y las eliminatorias del Mundial de Francia 98; mientras que el segundo grupo jugará en mayo la ronda final hacia la Olimpíada de Atlanta 96.
"Se trata de forjar un perfil nuevo del futbolista salvadoreño", dijo el manejador sudamericano al tomar el cargo. Y hacia eso parece caminar el proyecto.
El apoyo directo del Gobierno y la empresa privada dan el respaldo económico sólido que hacía falta para trabajar a largo plazo, y "nos dejará una herencia productiva y deportiva apta para disputar las eliminatorias del Mundial 2002", dijo Jaime Chelona Rodríguez, exmundialista y gerente de la Selección.
El trabajo, con mes y medio de iniciado, cuenta con todo un equipo. Roberto Tarabini es el auxiliar y encargado de los cuadros menores; Horacio Cirrincione prepara a los arqueros y Ricardo Somma labora en la preparación física.
"Antes, después de los partidos, se les daba café con pan a los jugadores. Ahora tenemos un nutricionista, ortopedista y un médico general, así tratamos de tenerlos con buena salud y una dieta balanceada", agregó Rodríguez.
¿A que juega?
Sin embargo, futbolísticamente todavía hay mucho que esperar. Nadie en realidad tenía claro cómo iba a funcionar El Salvador ante su primer examen, el domingo anterior a casa llena ante Yugoslavia... ni siquiera el propio Pastoriza.
El resultado final, una goleada de 4 a 1, si bien fue catalogada como normal, demostró que el equipo adolece serios problemas en la línea de ataque, que se vio incapaz a la hora de concretar la jugada, un mal que carcome a los clubes del país.
"Me siento triste por la pérdida, pero de nada sirve jugar con un equipo al que saquemos ventaja, golearlo... sería engañarnos. Ahora sabemos lo que tenemos y sabemos dónde tenemos que trabajar", expresó el técnico.
No quiso adelantar criterios sobre Costa Rica y Belice, sus rivales iniciales en la UNCAF, y apenas expresó: "Queremos jugar de igual a igual con el resto de la región y obtener un buen resultado en el torneo que tonifique a la afición".
Pastoriza justificó que ahora solo trabajó el aspecto físico, en menor grado lo técnico y poco lo táctico, y por eso no llegó al nivel adecuado ante los poderosos europeos, encabezados por Dejan Savicevic, astro del AC Milán.
La aseveración parece cierta. El equipo cuzcatleco jugó a medio ritmo y pareció arrastrar piernas al final del juego, lo que sin duda limitó el pressing deseado y permitió las filtraciones por los laterales.
"Tenemos tiempo, hoy estamos claros que tenemos que mejorar, apresuraremos la marcha", destacó el argentino.
El Salvador pareció tímido al principio de las acciones, pero cuando los nervios bajaron de intensidad, salió a la luz una de las grandes virtudes del equipo: la técnica individual, que fue alabada por el técnico yugoslavo Slobodan Santrac.
El toque en corto y raso se vio bien. Esto significa que las diferencias físicas que favorecían a los europeos se pudieron contrarrestar con inteligencia a la hora de cubrir el balón, marcar o tocar a tiempo para un compañero.
Pero al contrario de la buena técnica, la Selección identificó falta de conjunto y profundidad. La zona baja dio ventajas y la efectividad en las llegadas es nula, "por falta de fogueo internacional", atribuyó el yugoslavo Santrac.
Pastoriza aseguró que se jugó un tanto amontonado, sin eficacia y casi nunca se experimentó el tiro de media y larga distancia. Aunque no personalizó los errores, aceptó que la labor de la defensa fue un tanto floja, con poca comunicación.
El primer rival fue demasiado fuerte y quedó evidenciado que falta trabajo. De una calificación de 1 a 10, Pastoriza comentó que se está en la mitad...en un 5.
"Llegó la hora de corregir errores. Vamos a acelerar, pero hay que ser inteligentes y entender que el proceso recién inicia. Cuando logremos un buen nivel técnico, físico y táctico, vamos a tener muchas satisfacciones", concluyó el técnico.
Póngales atención
Los clubes Luis Angel Firpo y FAS conforman la base del seleccionado de El Salvador, que disputará como local el III Torneo de la UNCAF a partir del 29 de noviembre.
Estas son las figuras más destacadas de la selección salvadoreña. No los pierda de vista:
MAURICIO CIENFUEGOS: El eje de ataque. Tiene experiencia en México con Morelia, Santos y Tampico Madero. Lúcido, hábil y desequilibrante para jugar. Sus desventajas se dan en la lucha cuerpo a cuerpo --es liviano-- y en un tiro poco potente.
RONALD CERRITOS: Delantero, también con clase, talento y técnica exquisita. También parte de la Selección Olímpica. JOSE GUILLERMO RIVERA: Con gran riqueza técnica, para apoyar el ataque y llenar el vacío que dejó Jorge Mágico González. Excelente disparo de media distancia, con efecto, al esilo del Mágico. La deficiencia está en los altibajos de su futbol.
RAUL ANTONIO GARCIA: Arquero de gran liderazgo del club Aguila. Hombre clave para el nuevo proceso, aunque tuvo una tarde gris ante Yugoslavia.
LEONEL CARCAMO BATRES: El defensor no brinda ventajas al atacante. Duro y recio en la marca. Se superó muchísimo. Su experiencia es evidente. Ahora es el capitán del seleccionado.
VLADIMIR CUBIAS: Joven promesa. Defensor izquierdo de gran técnica. No tiene experiencia a nivel de selecciones mayores.
CARLOS CASTRO BORJA: Volante temperamental, de fuerte marcación y atrevidas subidas al ataque. Su remate es temible.
RAUL IGNACIO DIAZ ARCE: El hombre gol adelante. Peligroso y acucioso. En el pasado recibió ofertas del futbol mexicano.