Con la soga al cuello, México aguarda por un milagro para enfrentar a Brasil

Impreciso, con poco volumen de juego y apelando a los chispazos individuales, el combinado azteca que dirige José Manuel Chepo de la Torre se vio desbordado el domingo por Italia.

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Río de Janeiro (AFP). Así como llegó, con la soga al cuello en la eliminatoria de la Concacaf, México inició su camino en la Copa FIFA Confederaciones luego de su derrota 2-1 ante Italia, un resultado que lo dejó al borde del nocaut en la antesala de su choque con la seleçao.

Imprecisa, con poco volumen de juego y apelando a los chispazos individuales, el combinado azteca que dirige José Manuel Chepo de la Torre se vio desbordado el domingo por La Nazionale, que encontró la victoria con los goles de sus dos principales referentes: el campeón mundial Andrea Pirlo y el díscolo Mario Balotelli.

De la Torre había planteado un escenario con cuatro hombres en el fondo, dos cabeza de área –Gerardo Torrado y Jesús Zavala–, dos volantes por los costados –Javier Aquino y Andrés Guardado–, un mediapunta –Giovani dos Santos– y en el frente de ataque a Javier Chicharito Hernández.

El técnico entendía que la azzurra le plantearía un juego ofensivo, distante de aquel catenaccio que la caracterizó, por eso el esquema que ideó para detener a los hombres de Cesare Prandelli se mostraba conservador, con la intención de recuperar la pelota en defensa y descargar rápidamente por las bandas para abastecer a Gio y Chicharito.

Pero el plan no funcionó. Italia no sólo se apoderó de la pelota desde el inicio, también puso a la mayoría de sus hombres en el campo mexicano, lo que generó la imprecisión de los dirigidos por De la Torre, empezando por la defensa y los de recuperación.

Por ejemplo, el capitán y defensor central Francisco Maza Rodríguez perdió hasta tres balones cuando salía desde el fondo, especialmente uno que desaprovechó Balotelli con un remate a distancia con el que pretendía sorprender al golero José Corona, que en apenas 20 minutos del primer tiempo ya era figura con tres atajadas providenciales.

“El planteamiento era así. Queríamos esperar a Italia y buscar la espalda para que, con las condiciones del equipo, les hiciéramos daño. No es que haya sido defensivo, es esperar nada más y crear espacios. Si hubiéramos sido defensivos, no hubiéramos tenido acciones al frente, y tuvimos cuatro o cinco, así que no fuimos defensivos”, se defendió el entrenador en la rueda de prensa.

Torrado y Zavala se vieron superados constantemente, Aquino nunca pudo desequilibrar por la derecha, mientras que Guardado y Gio fueron solución por la izquierda más por acciones individuales que por juego colectivo, en tanto que Hernández, de discreta campaña esta temporada en el Manchester United, tan sólo apareció para anotar el penal que colocó el 1-1 parcial.

Brasil será el rival de México el próximo miércoles, por la segunda fecha del Grupo B.

Los pentacampeones del mundo abrieron la competencia el pasado sábado con un contundente 3-0 frente a Japón, que dejó tranquila a la afición y despertó los elogios de la prensa, al punto de considerar ese compromiso como el mejor jugado por la auriverde de Luiz Felipe Scolari desde que asumió a finales del pasado año.

Pero por más que haya dicho Felipao que México es una “piedra en el zapato” para Brasil, sobre todo después de perder la final olímpica de fútbol en Londres–2012 con los aztecas, los de De la Torre llegarán presionados por la búsqueda de un buen resultado y una mejoría en lo colectivo que no se consigue en apenas tres días.

“Trabajar, eso es lo que nos queda para salir del bache en el que hemos caído. El equipo tiene fútbol, carácter, pero lamentablemente no hemos podido contar con la fortuna para ganar”, dijo el Maza Rodríguez.

La autocrítica por la floja actuación en el Maracaná se hizo sentir en distintas maneras. El veterano defensor Carlos Salcido, de 33 años y con experiencia internacional en dos Copas del Mundo, reconoció que México tuvo “miedo” de Italia.

“Siempre he dicho que estamos corriendo como locos y que nos falta volumen en el juego, volumen de fútbol y que nos falta tener la pelota. Tenemos que tener personalidad y no jugar con miedo. Una cosa es jugar respetando al rival y otra cosa es tener miedo. Hoy tuvimos miedo para tener la pelota y por eso tenemos que cambiar bastante para enfrentar a Brasil”, señaló el zaguero de Tigres.

Chicharito, en cambio, pero cortésmente con la prensa, optó por el silencio: “Sobran las palabras”, se limitó a decir.