Javier Chicharito Hernández llegó a la Copa de Oro 2011 con el cartel de principal figura en su espalda y desde el primer juego ya demostró su valor con tres goles.
Y es que su triplete ante los salvadoreños lo coloca desde el inicio en lo más alto de la tabla de goleo de la Copa de Oro, superando al tico Marco Ureña que logró dos anotaciones ante Cuba.
La presencia del azteca, subcampeón de Champions y estrella del Manchester United, es un plus para la Copa y ayer una parte importante de los 80.000 espectadores que estuvieron presentes en el estadio de los Cowboys lo hicieron con la ilusión de verlo.
Pero las primeras acciones del ídolo mexicano, donde pecó en la definición final ante la buena resistencia del cuadro cuscatleco, parecían apagar las ilusiones.
Tras descifrar un complicado partido, en el complemento México logró dejar la fiesta lista para que su principal figura se hiciera presente en el partido.
No obstante, en el arranque de la segunda mitad, Hernández no pudo rematar un balón completamente solo dentro del área y así desperdició su opción más clara.
Justo en el minuto 60 el delantero sacó a relucir su calidad y olfato goleador con un cabezazo dentro del área para sellar la tercera anotación del cuadro azteca.
Seis minutos más tarde, tras robarle la espalda a los defensores y pescar un excelente pase de Andrés Guardado, nuevamente el Chicharito se hizo presente en las redes con un fuerte remate justo al palo izquierdo del meta Miguel Montes.
Su cuota goleadora la cerraría con una mágico cobro de penal en los minutos de descuento, al estilo Panenka, sello de excelencia de varias estrellas del futbol europeo.
Tres goles de la máxima figura que brilla desde el inicio.