Nueve meses después de su retiro, Bryan Ruiz volvió a mostrar que la magia con el balón nunca desaparece y el exfutbolista costarricense volvió a ser ovacionado por la afición del Twente.
Él es todo un ídolo histórico en ese club y en esta semana viajó a Países Bajos junto a su esposa Carolina Jaikel. Al aceptar el llamado era claro que debía ponerse los tacos de nuevo y jugar otra vez.
Bryan Ruiz, quien ahora es técnico de la U-17 de Liga Deportiva Alajuelense, volvió a ser futbolista, al menos por un partido, que fue sumamente especial y que se convirtió en un verdadero show.
Lo hizo en el juego de despedida de su gran amigo Wout Brama, quien inclusive estuvo en diciembre pasado en territorio nacional con Twente y que fue parte de aquel espectáculo con el que Bryan Ruiz puso punto final a su carrera como jugador.
En esta ocasión los papeles se invirtieron. Él volvió a jugar con aquella generación que marcó una de las etapas más brillantes del Twente y si estaba ahí, tenía que ser como en los viejos tiempos.
No tuvo que esforzarse mucho para lograrlo. La verdad es que no le costó en lo absoluto y Bryan Ruiz convirtió un bonito gol lleno de magia, de taquito, a pase de Theo Janssen.
Antes del partido, Bryan Ruiz acudió a todas las actividades previas como uno de los grandes referentes del Twente y ahí estuvo junto a Wout Brama y Blaise Nkufo. Ellos son tres de los futbolistas leyendas en ese club.