Sao Paulo. EFE La liga brasileña se ha convertido en los últimos años en un atractivo y especie de catapulta para las grandes figuras que llegan al ocaso de su carrera en Europa o las que simplemente quieren volver al protagonismo, como lo hizo esta semana Ronaldinho Gaúcho al fichar con el Flamengo.
El exjugador del París Saint Germain, Barcelona y Milan acaba de firmar un millonario contrato con el Flamengo, el equipo más popular del país, y a sus 30 años sueña con jugar el mundial Brasil 2014.
Pero más allá de arroparse con el cariño de la afición, de estar más cerca de la selección brasileña y de sentirse en casa, los grandes astros brasileños que vuelven a su cuna futbolera reciben un importante lucro por sus contratos de publicidad y mercadotecnia.
Romario lo hizo en varias oportunidades, al igual que Bebeto, su compañero en el ataque de la selección que ganó el Mundial de 1994.
En épocas más recientes, el ejemplo lo siguió Ronaldo, que desde 2009 está en el Corinthians y su llegada al equipo de Sao Paulo le reportó grandes dividendos.
Tanto Ronaldo y el lateral Roberto Carlos en el Corinthians, como Robinho, que en 2010 volvió a vestir la camiseta del Santos, tuvieron contratos paralelos por el uso de su imagen en campañas.
Los medios locales mencionan que por ese concepto Ronaldinho ganará mensualmente unos $473.933 por concepto de mercadotecnia deportiva de la empresa Traffic, independiente del salario de un millón de reales ($592.417).