La historia futbolística coloca a Brasil en los más alto del podio, pero la actualidad se inclina por una España que hoy ocupa el trono.
El pasado se mide, esta tarde, al presente del fútbol mundial.
Brasil recibe a las 4 p. m. (hora tica) a España en el mítico Estadio Maracaná, por la final de la Copa Confederaciones 2013.
Cargando en su espalda cinco títulos mundiales, la Verdeamarelha siempre será favorita a ganar.
Empero, al día de hoy, esa superioridad se redujo y se le trasladó al nuevo monarca mundial.
La final, además de ser la más atractiva posible y la más esperada, mezcla el pasado brasileño con el presente español para hacerla aún más tentadora.
Los locales llegan a la cita arropados por sus cinco estrellas conseguidas en 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002, más las tres Copas Confederaciones (1997, 2005 y 2009) y por los 79.000 espectadores que llenen el imponente Estadio Maracaná.
Por su parte, España tiene de su lado el título de campeón del mundo, bicampeón de Europa y un invicto de tres años y 29 partidos.
La Furia Roja, además de tratar de conquistar el único título que falta en sus vitrinas, aprovecharía para dejar en claro quién es el favorito para ganar el Mundial 2014, a un año para que este dé inicio.
Pero si perdiera la Roja hoy, el panorama sería muy distinto en 12 meses cuando la cita mundialista se inicie también en Brasil.
Dentro de esta competición ambas escuadras llegan invictas, luego de ganar los tres partidos de fase de grupo más la semifinal.
Los locales vencieron 3-0 a Japón, 2-0 a México, 4-2 a Italia y 2-1 a Uruguay, para llegar intactos a la gran final ante España.
Por su parte, los españoles le ganaron 2-1 a Uruguay, 10-0 a Tahití, 3-0 a Nigeria y eliminaron a Italia en la semifinal por penales (7-6) tras el 0-0 que prevaleció en el cotejo.
Estilos de juego. Fieles creyentes del joga bonito , los suramericanos ven en Neymar la esperanza de revivir ese estilo de juego que tanto fruto le dio en generaciones anteriores a su selección.
Pero la tarea es un poco pesada para recaer en un solo jugador de 21 años, cuando anteriormente estuvo defendida por Pelé, Romario, Ronaldo, Ronaldinho, entre otros.
Muy distinta a esta realidad es la que viven los ibéricos, que disfrutan de una constelación en el campo y en el banco.
Andrés Iniesta es hoy, tal vez, el pilar que más brillo tenga, pero está de más decir que él no es la única pieza fundamental en ese engranaje de manufactura española.
Por todo eso, la épica batalla entre 22 hombres y un balón, será como un aperitivo para el Mundial, marcado por la fantasía, el espectáculo, la precisión y el buen fútbol.
España apelará a su posesión de balón para contrarrestar el joga bonito , aprovechará el presente, para hundir el amargo pasado y por sobre todo respetará un estilo con el que probablemente querrá marcar una nueva era futbolística.