Buenos Aires (AP). Boca Juniors, con gol de Nicolás Blandi, derrotó 1-0 a Barcelona de Ecuador el miércoles y quedó a un paso de avanzar a los octavos de final de la Copa Libertadores.
Blandi convirtió a los ocho minutos en una polémica jugada ya que los ecuatorianos protestaron por entender que fue con la mano.
Si Nacional de Uruguay derrota a Toluca de México el jueves en Montevideo, se habrá clasificado junto con Boca aun cuando restará una fecha para el final del Grupo 1.
Barcelona, por su parte, quedó eliminado con la derrota sufrida en Buenos Aires.
Además, la victoria de Boca en su mítico estadio La Bombonera fue llamativa ya que fue el primer triunfo de un equipo local en ese grupo, en el que antes de este partido todos habían jugado un total de cuatro partidos.
Boca tiene nueve puntos, Nacional siete, Toluca cinco y Barcelona tres. Además del choque entre Nacional-Toluca, restan los duelos entre Barcelona-Nacional y Toluca-Boca.
En un partido fue le fue favorable a los Xeneizes, Blandi abrió el marcador empujando la pelota tras arrojarse a ras del suelo. Pero ni siquiera en repeticiones al principio de la televisión se pudo ver con claridad si lo hizo con el cuerpo, con el brazo o con la mano, tras unos rebotes en el área del Barcelona luego de un centro de Juan Román Riquelme.
Con Barcelona refugiado atrás y cediendo terreno, Boca estuvo a punto de aumentar justo en la media hora cuando un cabezazo de Blandi, tras un centro milimétrico de Riquelme, se estampó en el travesaño.
Una buena atajada de Agustín Orión ante un disparo de Matías Oyola y un remate apenas desviado de Michael Arroyo, fueron algunas de las réplicas del Barcelona, que en la primera etapa planteó un módulo táctico en el que priorizó la defensa.
En el complemento, y de la mano de Damián Díaz, los ecuatorianos adelantaron sus líneas pero sus ataques se diluyeron en la intranscendencia.
De todos modos, Díaz fue objeto de un claro penal que le cometió Matías Caruzzo cuando lo derribó sin contemplaciones en el área chica y que no fue cobrado por el árbitro brasileño Ricardo Marques Ribeiro, casi sobre la hora.