Bruselas
Un gol en el tiempo añadido del delantero del Saint Etienne, Max Gradel, evitó la derrota de Costa de Marfil y el triunfo de Bélgica (2-2), que fue incapaz de plasmar su apabullante superioridad durante gran parte del duelo y no ganó por su relajación y la falta de concentración en el tramo final del partido.
El conjunto belga ofreció dos caras en el choque de preparación hacia el Mundial. En la inicial llenó de argumentos su condición de alternativa en Brasil 2014, donde pretende rentabilizar el potencial de una generación plagada de talento. Después comprobó que, cuando baja su nivel, puede ser cuestionado por cualquier conjunto competitivo.
A pesar de dejar en el banquillo a Eden Hazard y a Romelu Lukaku, entre otros, Bélgica se midió al conjunto marfileño con futbolistas que ya son referencia en alguno de los grandes clubes del Viejo Continente.
Además, el combinado que ha logrado formar Marc Wilmots funciona en algunos tramos como una máquina. Un aviso para Argelia, Rusia o Corea del Sur, componentes del mismo grupo que Bélgica en la primera fase del Mundial si evita faltas de concentración como en el amistoso de Bruselas.
El cuadro belga arrolló a Costa de Marfil al inicio. Fue un duelo para calibrar también el momento del equipo africano que dirige Sabri Lamouch, que también estará en Brasil y que jugará ante Colombia, Japón y Grecia en el primer tramo.
Didier Drogba empezó en el banco y apareció en la segunda mitad, cuando las urgencias apremiaron a los marfileños. Una situación intrascendente dada la superioridad de Bélgica, que amenazó con un disparo alto de Marouane Fellaini después de un cambio de juego del zaguero del Atlético Madrid, Toby Alderweireld.
Pero no perdonó la siguiente que tuvo el jugador del Manchester United, cuando -recién atravesado el cuarto de hora inicial- remató de cabeza un saque de esquina lanzado por Dries Martens.
El ritmo impuesto por Bélgica y sus numerosas ocasiones convirtieron al meta Mandé Sayouba en uno de los destacados. Didier Zokora sacó bajo palos otra oportunidad de Fellaini y, al borde del descanso, Sayouba volvió a aparecer para desbaratar otra del delantero del Nápoles Mertens, uno de los destacados.
Fue Radja Nainggolan, que sustituyó a Fellaini al inicio de la segunda mitad, el que anotó el segundo.
El ritmo decayó a causa de las interrupciones por los cambios y por la desaceleración que propinó a su juego Bélgica, que metió al terreno de juego a Hazard para disputar la última media hora.
En esa situación Costa de Marfil aprovechó su momento. Y fue Drogba el que acortó las distancias al batir al Thibaut Courtois a un cuarto de hora para el cierre.
No mejoró Bélgica, falto de concentración, y Costa de Marfil lo aprovechó. Con argumentos en su equipo aprovechó la siguiente, ya en el tiempo añadido, para alcanzar el gol de Gradel, obtener el empate y empañar el buen partido belga.