Barcelona quedó a tiro de piedra de alcanzar los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa, gracias a una valiosa victoria como visitante sobre Manchester City.
Un gol de penal del argentino Leo Messi al inicio de la segunda parte y otro del brasileño Dani Alves, en la agonía del juego, sirvieron para que el Barça cerrara la ida de la serie con un 0-2 que lo deja con un pie en cuartos de final.
Aunque los culés dominaron el duelo desde el inicio, se encaminaron hacia el triunfo en el arranque de la segunda, después de que el árbitro sueco Jonas Eriksson marcó con penal y expulsión una entrada del argentino Demichelis a Messi sobre la línea del área.
Tras el penal, protestado por el público del Etihad Stadium, que reclamó la falta fuera del área, el City perdió su orden defensivo y propició que, en el cierre del juego, Neymar se aliara con Alves por la derecha para fabricar la jugada del gol que selló el marcador.
Dominio. Aunque el técnico local, Manuel Pellegrini, aseguró antes del partido que el City llegaría dispuesto a disputarle al Barça la posesión, bastaron unos minutos de estudio para que los catalanes comenzaron a ahogar a los ingleses.
Los azulgranas le negaron el cuero a los locales, que comenzaron a ir en contra de la filosofía que suele defender el técnico chileno. Solo los españoles David Silva y Álvaro Negredo, en diez minutos de inspiración, lograron inquietar a los visitantes.
En piernas de Iniesta, Messi y Xavi, el Barça encadenó ocasiones de peligro como respuesta a los ataques locales.
Sin embargo, a pesar de la insistencia azulgrana, el tanto que daba un vuelco a la eliminatoria no llegó hasta los primeros minutos del segundo tiempo, cuando el árbitro sueco decretó como penal y expulsión la barrida con que Demichelis frenó la escapada del Messi.
A pesar de las protestas del público del Etihad, Eriksson no dudó en su veredicto, mientras que al 10 del Barça no le tembló el pulso para lanzar desde los once metros un remate suave y centrado, que Joe Hart vio colarse en su portería cuando viajaba hacia la izquierda.
El gol desconcentró al City, que comenzó a dejar más espacios y propició nuevas ocasiones de un Barcelona reforzado con la entrada de Neymar en el último tramo.
Ya con el tiempo casi cumplido, el brasileño y su compatriota Dani Alves se juntaron en la banda derecha para fabricar el definitivo 0-2, un marcador que hará del juego de vuelta en el Camp Nou sea un encuentro más plácido de lo esperado para los del Tata Martino.