Barcelona abofetea al Real Madrid y le nubla la temporada

El Madrid quedó a cuatro puntos de los culés y con dudas para cerrar la liga

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La pelota cruza el campo de lado a lado; Luis Suárez corre al vacío, aprieta el acelerador, Pepe no lo bloquea, Sergio Ramos tampoco, el ariete apunta al único hueco que le deja Iker Casillas y sacude las redes.

El marcador cambia, 2-1 a favor del Barça , el Camp Nou estalla y el lamento blanco se refleja en las caras de los merengues.

Casillas, fastidiado, lanza un improperio al aire por el gol que acaba de encajar.

El tanto de Suárez, cuando aún restaban 35 minutos de juego, no solo le dio el triunfo al Barcelona, además dejó herido a su máximo rival en el momento más apremiante de la campaña.

El dardo del uruguayo sirvió para que el equipo culé estire a cuatro la diferencia de puntos en la tabla, una brecha que no es decisiva pero sí relevante dada la tradición de ambos de perder pocos juegos en la liga.

El efecto de la victoria azulgrana puede extenderse más allá de pisotear el orgullo de su contrincante favorito.

Al cuadro catalán, ganarle a su principal enemigo le agranda la moral en la búsqueda del triplete, es líder en España, ya aseguró la final de la Copa del Rey (se jugará el 30 de mayo) y se medirá al PSG en los cuartos de final de la Champions League .

Una serie que, al menos en el papel, no pinta tan cruda como la que le espera al Real.

Para el Madrid, el resultado es inverso. Los merengues ya no están tan sobrados en la segunda casilla, el Valencia se le puso a cuatro puntos y el Atlético se acercó a cinco unidades.

Del mismo modo, en la Champions los blancos se medirán a los colchoneros en una llave ruda que les exigirá doblegar esfuerzos para superar a un plantel que muerde en la cancha y le importa poco el linaje real.

Doble cara. Ayer en la Ciudad Condal, los hombres de Carlo Ancelotti demostraron que a estas alturas de la temporada sus pilas no están cargadas.

Tras un primer tiempo en el que perdonó y dejó con vida a su máximo oponente, el Madrid se quedó sin piernas y se descompuso después del tanto de Suárez.

Y envió señales de que en pleno cierre de la campaña no es aquel barco que meses atrás navegaba con soltura.

Esta vez al cuadro merengue le resultó insuficiente el puntillazo de un Cristiano Ronaldo que arrancó certero y terminó diluido cuando dejaron de alimentarlo con servicios precisos.

El equipo de la capital española fue superado por la divisa blaugrana que firmó el 1-0 con el cabezazo limpio de Jeremy Mathieu y que en el segundo tiempo se encargó de superar la zaga blanca armado con el desequilibrio de un Neymar errático en la definición, con Lionel Messi más orquestador que voraz y aferrado al olfato asesino de Suárez, responsable de enredarle la temporada a un Real que atiza sus dudas