Redacción
Argentina se jugaba algo más que un simple amistoso. Los albicelestes necesitaban salvar su honor tras perder la final del Mundial de Brasil 2014 y este miércoles obtuvieron un tibio consuelo al golear 4-2 a Alemania en su propia casa.
En el estreno de Gerardo "Tata" Martino en el banquillo, el equipo sudamericano se impuso con solvencia ante un rival muy diferente al observado en fases finales de la Copa del Mundo.
Los teutones abrieron espacios y el poderoso arsenal argentino no perdonó, pese a jugar sin su estrella Lionel Messi, quien se ausentó debido a una lesión.
El lugar de la "Pulga" lo tomó Erik Lamela, y el protagonismo recayó en las espaldas de Ángel Di María, quien así como su selección, disfrutó esta tarde de una revancha tras perderse las instancias decisivas de Brasil 2014 por lesión.
El "Fideo" fue trascendental para que Argentina llegara al gol. Al minuto 20, Sergio Agüero recibió un pase de Di María para abrir las cifras, ante la débil marca de los campeones del mundo.
Posteriormente, el propio atacante habilitó a Lamela para marcar el 2-0 antes del medio tiempo (40').
Cuando el segundo tiempo comenzaba a carburar, el nuevo fichaje del Manchester United cobró un tiro libre aéreo directo al área, donde Federico Fernández triunfó en las alturas y concretó el 3-0, al 47'.
El artífice de la fiesta merecía su premio, el cual llegó en una extraordinaria acción hilvanada en la zona medular, que terminó el veloz delantero con un toque mágico de pierna izquierda por encima del guardameta Roman Weidenfeller, al minuto 50.
El marcador hacía recordar las semifinales del torneo planetario, cuando los alemanes acabaron con el anfitrión del Mundial por 7-1, pero Andre Schürrle (52') y Mario Götze (78') detuvieron el marcador en 4-2.
Alemania y Argentina se enfrentaron en su primer partido amistoso tras la Copa del Mundo, en el estadio Esprit Arena, en Düsseldorf.