Ex seleccionados ticos todavía recuerdan con emoción, nostalgia y por qué no, con pesar su paso por el torneo olímpico de futbol.
Ayer se entrevistó a tres, todos representantes de los tres equipos que lograron meterse en las justas olímpicas, sin embargo, seguramente los sentimientos son generalizados en cada uno de esos jugadores que se vistió de blanco, azul y rojo en Moscú 1980, Los Ángeles 1984 o Atenas 2004 .
Vamos en orden. El primero fue Marvin Obando, quien contó su experiencia en suelo soviético, un certamen especial pues era la primera vez que Costa Rica entraba a una cita de índole mundial.
“Es inolvidable. Todo fue espectacular. Al igual que luego pasó cuando fuimos al Mundial de Italia 90, nosotros éramos la cenicienta Lastimosamente no nos fue igual”, expuso el exmediocampista.
Esa vez, la Sele perdió sus tres encuentros ante Irak (0-3), Yugoslavia (2-3) y Finlandia (0-3).
Obando regresó a la cita siguiente, pero, sin duda, el protagonista ahí fue Enrique Rivers.
“El ambiente fue increíble. El intercambio cultural también fue especial. Sin embargo, no hubo una preparación adecuada. No sabíamos que jugaríamos ante 78.000 personas, cuando aquí lo más jugábamos con 15.000 si el Saprissa estaba lleno. Eso caló hondo en lo más jóvenes”, dijo Rivers, quien fue héroe al conseguir el gol de la Tricolor, con el cual se amarró una victoria histórica ante Italia (1-0).
No obstante, ya el combinado estaba eliminado al perder contra Estados Unidos (0-3) y Egipto (1-4).
Finalmente aparece José Luis López, capitán en tierras griegas.
“La magnitud es muy grande. Solo el nombre, Olimpiada, lo hace diferente. Además, había una confianza enorme de clasificar. Teníamos un gran grupo”, dijo el Pupy.
Y lo hicieron, tras empatar con Marruecos (0-0), caer ante Irak (0-2) y ganarle a Portugal (4-2).
En cuartos de final se perdió contra Argentina (2-4).