Frente al asombro de un uruguayo, ticos en Madrid aliviaron el 7-0 con chifrijo y risas

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Madrid, España. Costarricenses residentes en esta ciudad se contactaron por redes sociales y se reunieron para ver el partido España-Costa Rica en el restaurante PunTico, propiedad de la josefina Giannina Ortega. El sitio estaba colmado de aplausos y cánticos para los jugadores nacionales.

Antes de empezar, había grandes esperanzas en torno a un buen partido de la Sele, pero estas se esfumaron muy rápido... Uno tras otro, los goles fueron apagando las expectativas y todo se llenó de confusión entre los ticos. Cuando parecía que las cosas no podían ser peores, España volvía a anotar.

Lo único dulce de la jornada fueron el tres leches y la torta chilena que repartieron entre los asistentes.

No obstante, había que reponerse. Los presentes aliviaron la tortura futbolera con la felicidad de estar reunidos y de acceder a buenos platos de chifrijo.

Rápido, las risas se unieron al consuelo de quienes vieron la catástrofe futbolera lejos de la patria. No había más opción que bromear sobre la masacre con la que la selección española aplastó a la nacional.

Alejo González, un uruguayo que también vive en España y que acudió al restaurante, no sabía por qué se tomaban la perdida como chiste. La situación parecía incomprensible.

El segundo tiempo fue crítico. Los ticos pedían “el gol de la honra” que nunca llegó, mientras que afuera de la reunión se escuchaba el canto español de los goles que anotaban al arco de Keylor Navas.

Y tras de eso, el árbitro dio ocho minutos adicionales y las apuestas por cuantas anotaciones más nos harían se volvieron el tema de conversación. Ya todo estaba perdido.

Los más optimistas aseguraban que el marcador quedaría 6-0, otros decían que sería 8-0 y así sucesivamente. Entre el buen humor, llegó el séptimo gol.

“¡No todo está perdido, aún nos falta perder contra Japón y Alemania! “, exclamó uno de los asistentes entre el silencio incómodo que duro segundos, pues inmediatamente el jolgorio siguió.