Forjador de talentos

Luis Chang le ha dedicado dos décadas a la Segunda División

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Guápiles, Limón. Una labor de casi dos décadas en las canchas nacionales, pero alejado de las luces de la Primera División, han forjado el carácter de Luis Chang Valerín, entrenador de Santos de Guápiles, acostumbrado a trabajar con los muchos valores que producen las zonas rurales del país.

Este hombre, en cuya sangre se mezcla la influencia de un padre originario de Cantón (China) y el carácter de su madre guanacasteca, tiene a los guapileños a punto de llegar a la máxima categoría del futbol nacional.

Un circuito, por cierto, en el que nunca han estado ni el equipo ni el técnico, pero a Chang eso no lo inmuta, porque dice que en muchas ocasiones la diferencia entre una y otra categoría es puramente artificial, al punto de que muchos de los cuadros de la Primera no tienen ni la mitad de la afición y los recursos con que cuenta Santos.

Oriundo de Filadelfia (Guanacaste), Chang ha iniciado en los secretos del futbol a figuras que luego descollaron en las canchas nacionales, como Benigno Guido, Gílbert Solano, Rónald Vega, Marvin Solórzano, Jorge Ortega y Evaristo Contreras.

La confianza en la juventud de campo lo ha impulsado a darle oportunidad a figuras que muchas veces se pierden por la falta de un aliciente.

Esa forma de trabajar la ha puesto en práctica con su actual equipo, en el que siete jóvenes, del total del plantel, participan por primera vez en la Segunda División.

"Algunas veces me han ofrecido entrenar equipos de Primera, pero siempre me llaman de los que están prácticamente descendidos o en los últimos lugares de la tabla. Prefiero estar al frente de un grupo de muchachos de la Segunda que esté dando la pelea que de otros de Primera a punto de descender", dijo el timonel en Guápiles, durante una entrevista en el cuartel general de los guapileños.

Fin del cementerio

Fue una tragedia la que lo inició en el banquillo, cuando en 1981 el autobús que transportaba al conjunto de Barrio México, al regreso de un entrenamiento en el Bosque de la Hoja (Heredia), sufrió un accidente que causó la muerte a los jugadores Johnny Fischer, Miguel Arias, Rándall Gómez y Guillermo Orozco, miembro del cuerpo técnico.

Esa triste circunstancia lo hizo tomar de emergencia la dirección de los mexicanistas, mientras Didier El Zorro Castro, entrenador titular, convalecía en el hospital.

En su constante viajar por las canchas de la Segunda, Chang ha dirigido a la Asociación Deportiva Guanacasteca, Damas, Naranjo, Generaleña, Sagrada Familia, Liberia, Cariari y Municipal Quepos.

Y con esa autoridad de buen conocedor, no duda en afirmar que el actual campeonato de Segunda es totalmente distinto a cualquier otro, por la emoción que ha cobrado y el ambiente que se creó en torno a esta fase final, y porque el balompié de esta categoría ha experimentado una suerte de pequeña revolución.

"La decisión de limitar a solo tres el número de jugadores mayores de 24 años fue muy acertada, porque antes la Segunda era el cementerio de los que actuaban en la Primera, y eso ya no se ve".

Santos es un modelo que refuerza sus palabras, pues con solo dos temporadas en la Segunda se ha convertido en un modelo de gestión futbolística y administrativa que ya empieza a llamar la atención de muchos.

El secreto del éxito ha sido, entre otros, un sólido respaldo de importantes empresas locales como el Grupo Colono, Transportes Caribeños y Empresarios Guapileños, quienes junto a otras firmas, representadas por 60 comerciantes del lugar, se reunieron el 19 de junio del año pasado en el hotel Suerre, y decidieron respaldar al equipo e integrarse al trabajo de la directiva.

"He notado un cambio en el futbol de Segunda. En equipos como el nuestro, Liberia y Osa las condiciones económicas han mejorado, eso es un gran respaldo para hacer mejores contrataciones y trabajar mejor, aunque en otros, al contrario, a los jugadores los tienen hasta seis meses sin salario y así no se puede exigir rendimiento. Santos tiene una directiva buena y hasta un gerente deportivo, eso no se consigue ni en muchos equipos de Primera".

Además, para Chang una de las mejores pruebas de esa pequeña gran transformación es que a este torneo, a diferencia de otros, los medios de comunicación le han dado una mayor divulgación, factor que para él explica la pasión con que la afición vive la final.

Mucho talento

Convencido de que un entrenador debe ser amigo de sus pupilos, Chang cree que debe existir un justo medio entre la libertad de acción del jugador en la cancha y la necesidad de seguir el libreto previamente diseñado en los camerinos.

"Cuando llego a un equipo, lo primero que trato de hacer es ganarme la confianza de los jugadores, para que sigan mis instrucciones pero sin quitarles la inspiración".

El repiquetear constante del teléfono en la oficina del Santos, y las visitas de los guapileños a ese local denotan el ambiente que se vive en la zona.

Para muestra un botón: desde ya los dirigentes guapileños anuncian que 11 buses con seguidores de esa región viajarán entre la tarde del sábado y la madrugada del domingo a presenciar el cotejo Ðprogramado mañana a las 11 a. m.Ð, en el estadio Edgardo Baltodano, de la Ciudad Blanca.

Chang llegó al banquillo de Santos en la actual temporada, luego de que Enrique Vásquez y Armando Rodríguez ocuparan esa plaza y consolidaran un equipo que logró la nada despreciable suma de 63 goles al final de la hexagonal.

De pocas palabras, con un hablar pausado y tranquilo, Chang no guarda la más mínima duda de que su equipo saldrá adelante en su visita a Liberia.

"El sábado pasado nos falló un poquito el esquema, pero ese juego nos sirvió para saber cómo ganarle a Liberia. Mi equipo es compacto en todas sus líneas, con jóvenes que tienen deseos de ser campeones".

Esa juventud y la falta de experiencia de la mayoría de sus pupilos fue uno de los factores que, a su juicio, incidió para que al final de la hexagonal Santos bajara su nivel de juego y se viera obligado a llegar a esta serie definitiva.

"No supieron asimilar los elogios de la prensa y creyeron que tenían todo ganado. Tanta publicidad los afectó mucho, pero por dicha al final reaccionaron. Liberia es un buen cuadro, con una defensa sólida y un mediocampo que genera mucho futbol, pero nosotros sabemos cómo derrotarlos".