Saprissa tiene que ser malcriado, no debe guardarle el más mínimo respeto al América de México. El conjunto morado debe ser incisivo y tiene terminantemente prohibido perdonar frente al marco rival. La S debe creérsela, será una obligación revivir al Monstruo que dejó fuera a Pumas y Monterrey camino al recordado Mundial de Clubes 2005. Jeaustin Campos era gerente deportivo para aquel enfrentamiento, por lo que debe tener muy fresca la fórmula.
En el papel la posibilidad de lograr el pase a semifinales se ve muy complicada, pero el cuadro tibaseño conoce de noches mágicas, por lo que no es imposible.
Saprissa no puede ver al América como el equipo de Oribe Peralta, Carlos Quintero y Rubens Sambueza; ellos tienen que verlo como el rival que los puede acercar más a una meta que no consiguen desde hace casi 10 años.