Con solo 21 años de edasd, Natalia Gómez pensó en retirarse pero, al ganar la medalla de oro esa idea quedó en el pasado.
“Vamos hacia adelante, queda Natalia para rato, estoy motivada” recalcó la tica.
Su decisión se debió por las diversas dificultades que enfrentan los atletas costarricenses para practicar de lleno el deporte.
Ahora la costarricense desea prepararse para poner en alto de nuevo el nombre de Costa Rica en un ciclo olímpico.
Ella es muy dinámica, practica natación desde hace 10 años, estudia, trabaja y además se dedica al modelaje.
“La universidad, el trabajo y entrenar es complicado, pero uno reparte bien el tiempo y el mismo deporte te da la disciplina entonces ya se reflejan los resultados” destacó Gómez con entusiasmo.
Para Natalia, las medallas de oro que un atleta gana son muy personales, ya que de la noche a la mañana la natación no puede surgir como en otros países.
“Los tiempos con los que hemos clasificado y con los que hemos terminado en las finales tienen una mejoría por lo que se refleja el esfuerzo de nosotros”, dijo la joven.
Una de las piezas clave de su triunfo y que la motivó a lograr el oro fue su madre quien la impulsó a representar a Costa Rica en estas justas centroamericanas.
Al ganar la medalla de oro en los 100 m libres pecho, lloró al ver a su mamá en la gradería, alguien parte de este triunfo.