En la NBA ya se inició la recta final de la temporada y eso quiere decir que el Heat prendió las turbinas.
El equipo de LeBron James lleva una racha de cinco triunfos consecutivos y ha ganado 11 de sus últimos 13 emparejamientos.
Es típico en los últimos años que Miami se tome con mayor tranquilidad la primera mitad de la campaña y caliente motores apenas después del Juego de Estrellas.
No es capricho ni mucho menos. Ser campeón de la liga implica jugar muchos más partidos que otros equipos y el Heat ya carga con tres años seguidos jugando finales.
Después de tener que batallar hasta el último segundo con los Spurs, es obvio que el Rey y compañía necesitaban tomarse con calma la primera mitad de esta campaña si iban a sobrevivir con fuerzas suficientes para buscar lo que sería su tercer anillo al hilo.
Mas el momento de tomarse las cosas en serio llegó y Miami está empezando a jugar mucho mejor, incluso sin LeBron en la duela.
El pasado domingo fue Dwyane Wade quien, con 23 puntos, lideró la paliza de 93-79 contra los Bulls. James no pudo alinear debido a que se lesionó la nariz el jueves en la paliza (103-81) sobre el poderoso Thunder, en Oklahoma City.
Esas dos últimas victorias del Heat, ambas por margen mayor a 14 puntos, demostraron mucho.
Principalmente porque le aplicaron la revancha al Thunder, que los había derrotado en la Florida por un abultado 95-112.
No hay que olvidar que Kevin Durant y los suyos venían enrachados y son los favoritos para llegar a una hipotética final contra Miami.
Carrera por el MVP. Hay otro elemento importante de la victoria en Oklahoma City y es que Durant es el favorito de lo que va de la campaña para ser el Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA. Lo es porque es líder anotador (31,6 puntos por juego) y ha mantenido fuerte a su equipo a pesar de la ausencia de Russell Westbrook en gran parte del año.
Pero en ese juego LeBron mostró que es el Rey del mejor equipo que tiene la liga y que él también merece ser considerado para conseguir el que sería su quinto reconocimiento como el MVP.
James (26,9 puntos, 6,5 asistencias y 7,1 rebotes por juego) no tiene estadísticas tan altas como las de Durant o las de otros momentos de su carrera. Él, como ha alegado en varias ocasiones, procura ser un jugador más completo, que potencie mejor el juego de sus compañeros y se involucre más en la defensa. Esas son las lecciones que le dejaron las dos derrotas en finales.
Así que las boletas de elección al MVP compararán la capacidad casi inhumana que tiene Durant para anotar, contra un monarca más completo y menos individualista.
Durant ha sido tres veces el campeón anotador pero nunca el Más Valioso. Mientras que otro galardón colocaría a James al nivel de las leyendas Michael Jordan y Bill Russell, ambos con cinco MVP.
La selección dependerá mucho de cuál de los dos equipos se vea mejor en el mes y tres semanas que le restan a esta campaña. Después vendrá otro escenario, el de los play-off , en los que se dirimen las verdaderas coronas.