El futbol le trajo una segunda oportunidad a Arias

Jugador militó en Primera con Carmelita en el 2008 y 2009 y luego cayó en drogas

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El imponente sol del amanecer lo sorprendió de frente y por primera vez su “amigo” de consumo Randall (el cual murió por sobredosis tres días después) lo llamó andrajoso.

Ese nuevo día fue la primera vez que Guillermo Arias tuvo verguenza de sí mismo, de su demacrado estado por culpa del crack.

Se reflejó en la gente que caminaba por las calles, que iban a su trabajo o a estudiar y recapacitó inmediatamente, pues él había tenido una buena educación, antes de pasar varios meses ahogado en la droga, el “último escalafón de la sociedad”, como él mismo afirma.

Meses antes, como dicen popularmente, Guillermo Arias “tuvo la papa en la mano” al estar presente en el futbol de la Primera División con la Asociación Deportiva Carmelita, en los años 2008 y 2009.

No obstante, el descenso del club hizo que todos buscaran caminos separados, mientras que para Arias fue dar un paso en falso en su vida y volver a consumir droga.

La vida es de segundas oportunidades y hoy Arias es una de las principales figuras de la Selección Nacional de Futbol de Gente Sin Techo, que participará en el próximo mundial que se realizará en México del 6 al 15 de octubre.

Superación. El primer contacto con las sustancias lo tuvo cuando escapó de casa a los 16 años.

Arias pasó de una vida normal en El Carmen de Escazú a las peligrosas calles de León XIII.

“Mis padres se divorciaron cuando tenía 13 años y fue un golpe muy grande. Me fui de la casa a los 16 años y a esa edad comencé con las drogas. El futbol me ayudó a salir momentáneamente, pero a los 24 años volví a recaer”, explicó Arias.

Se “amarró los pantalones” y cuatro años atrás escapó de aquella problemática, gracias en parte al programa Asociación Escuchando a la Gente sin Hogar, al cual le debe casi el 85% de su rehabilitación.

“Llegué a futbol de calle porque yo voy a una iglesia cristiana y ahí el pastor me envió con don José Luis Monge (entrenador del equipo). Ellos me ayudaron psicológica y espiritualmente para dar el paso.

“Comencé a jugar con ellos como un vacilón, por pasar el rato. Pero luego me di cuenta que la cosa es más seria y que uno llega a disputar campeonatos mundiales y liga nacional”, explicó el jugador de 29 año, quien hoy es bilingue y trabaja en un call center.

Arias es junto a René Ugalde, Marco Chavarría y Gerardo Ortega, uno de los cuatro jugadores que ganaron en mayo anterior la Copa América de gente sin techo disputada en Argentina.

“Esta selección ya tuvo este fogueo internacional, donde superamos a equipos grandes como Rusia (campeón mundial e invitado) y Argentina, equipos a los que hincamos sin problemas”, concluyó.